El Músico

Él era un musico que hacía artesanías que luego vendía a los turistas para poder vivir. Decía que la música era un bálsamo para el alma y que las artesanías lo conectaban con la tierra.

Apoyaba cada acto cultural que se realizaba en el pueblo, era el que nos invitaba a viajar por la nostalgia. Motivaba a los jóvenes a tocar y a crear, les inculcaba la disciplina de los ensayos.

Compraba comida y la repartía entre los borrachos y los enfermos que deambulaban en el centro de la ciudad.

Se comentaba que había pertenecido a un grupo de la resistencia a Pinochet.

Recorría las calles de Puerto Natales con su bicicleta saludando a los vecinos.

Tenía un corazón de oro.

Un día apareció Muerto en la pieza que alquilaba, nadie dijo nada, nadie cuestiono lo acontecido.

Ese fue un nuevo capítulo de la dimensión desconocida de la Patagonia.