Hubo un tiempo en que fue hermoso

Cuando fuimos adolescentes generalmente salíamos a patear piedras por las calles de nuestro pueblo, nuestra vida transcurría en una rutina de estudios y en nuestro tiempo libre jugábamos a la pelota, a los cowboys (nuestras pistolas eran las carretillas de los cráneos de oveja) y emulábamos los duelos con sables laser (nuestros sables eran palos de escoba) que habíamos visto en Star wars en el cine del colegio monseñor Fagnano.

Uno de nuestros lugares de reunión fue el Flipper “Laser” que se ubicaba el frente de la Plaza de Armas, Space invaders, Pacman, eran alucinantes y los Flipper de Spiderman, Kiss y Gorgar nos invitaban a vivir aventuras y a conocer amigos que duran hasta este tiempo.

Solíamos juntarnos a ver cintas en formato Beta y VHS, descubrimos el otro cine, Francis Ford Coppola, Steven Spielberg, David Cronenberg, George Lucas, George Miller, John Carpenter, Lucio Fulci, entre otros directores, eran jornadas épicas donde nos deslumbrábamos alimentándonos del séptimo arte.