• 18 de abril de 2024

La doble moral

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Colaboración de nuestros lectores

Es este un tiempo en el cual ha quedado demostrado que no "somos tan dueños absolutos del mundo " y que, algunos ya no pueden seguir haciendo lo que quieren a espaldas de todos.  

La pandemia ha puesto en evidencia lo peor y lo mejor de cada uno y, en muchos casos, ha quedado demostrado cuáles han sido y son los verdaderos intereses de las personas. El Covid- 19 nos desnudó como sociedad y, sin duda alguna, ha quedado en evidencia que el órgano que más duele no es el corazón, sino que el bolsillo, como dice el ex presidente uruguayo José Mujica.

La pandemia aisló al ser social y nos obligó al encierro en nuestra cueva y ahí nos encontramos con nuestra realidad íntima aprendiendo a convivir de nuevo. Esto permitió el descanso de la naturaleza , su renacer, pero, a su vez, floreció la verdad, se cayeron falsas realidades y nos enrostró como país lo mal que lo habíamos hecho durante años con nuestros adultos mayores, con nuestros niños y, tal vez, con nosotros mismos; nos encontramos con una realidad sin liderazgos nobles, con un Estado débil y con una sociedad pequeña llena de privilegios y otra muy grande, llena de miserias.

Y nos dimos cuenta que teníamos que organizar la solidaridad y movernos en forma colectiva. Sin embargo, la doble moral sigue dando su burda lucha donde lo bueno se viste de maldad y lo correcto aparece como incorrecto y el victimario toma el lugar de la víctima, como si fuese un arte y con muchos observadores alrededor. Así, cada uno en este escenario social, asume un rol, pero no nos confundamos ni intentemos confundir desviando la atención de lo que hay y que es importante. Y lo importante es resguardar el bienestar de las personas sin distinción,  esa es la prioridad y algo tan simple como hacer las cosas bien.  Pero, pareciera que la doble moral nos hostiga, entonces, comenzamos a defender lo indefendible, a empañar la dura verdad con relatos que sólo los creen los que lo fabrican a su medida, pero esta vez no es igual, hay una sociedad alerta y así, también, un Tirapiedras... que cumplen con la más noble función de comunicar la búsqueda de la verdad, esa  verdad que duele, que incomoda y que no se puede cambiar.

Terminó el tiempo de los silencios, de ese silencio impuesto, porque  no hay nada más loable que levantar  la arenga por lo que se cree y no por lo que se paga y cobra.

Esa es la diferencia de ser o no ser, no hay espacio para el temor a la crítica ni hay intención de complacencia ni búsqueda de reconciliación, porque estamos en el camino correcto y la historia nos dará la razón , cómo te lo explico amig@...

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