Salmoneras y desarrollo social en Natales
En nuestra lucha por la vivienda, en Puerto Natales, a mucha gente le ha llamado la atención nuestra exigencia de que la industria salmonera, se involucre, asegurando para sus operarios, la posibilidad de contar con una vivienda digna.
Lo mismo correspondería exigir, para que estas empresas, también fueran partícipes en aspectos como el mejoramiento de la salud y la educación. Nuestras exigencias involucrando a las empresas salmoneras en el financiamiento de viviendas para sus operarios se funda en lo siguiente: la Patagonia, siempre ha sido utilizada como destino para hombres solos. Ésa, es una de las razones de porque no hemos crecido en poblamiento. Baste decir que en el último Censo, Magallanes sólo llego a 166.533 mil habitantes. En tanto Puerto Natales registró una cifra de habitantes cercana a los 21.477 pobladores. Nuestros abuelos nos cuentan, como en los tiempos que Natales vivía del campo y sus dos frigoríficos, hasta el año 1948, la propietaria de los campos la Sociedad Explotadora Tierra del Fuego, nunca construyó viviendas para sus trabajadores. Los enganchaba y los traía por la temporada de octubre a abril desde Chiloé. Aquellos que se fueron quedando, gracias a sus propios ahorros y trabajo comunitario construyeron sus viviendas. Así fue como nacieron los poblamientos de los sectores de las calles Valdivia, Blanco Encalada y Ramírez. Lo que llamamos la “Población Alta” de Puerto Natales, fue producto del trabajo de autoconstrucción de los mineros, que trabajaban en el mineral de RÍo Turbio, quienes, los fines de semana, laboraban para dar un hogar a su futuro núcleo familiar. Por lo tanto, hoy que estamos en la lucha por una vivienda digna, podemos decir, que Puerto Natales ha sido poblado gracias a hombres que llegaron solos y que si no hubiese sido por su disposición a quedarse y hacer patria, tendríamos una población muy inferior. Por eso, seremos porfiados en seguir afirmando, quienes están llegando a generar industrias tan lucrativas como las salmoniculturas y el turismo, no deben afirmar sus ganancias, pensando que el Estado Chileno, les va a alivianar sus gastos, preocupándose de dotar a los trabajadores que están llegando en gran número, de casa habitación, salud y educación. Aquí no va a suceder como con la Explotadora Tierra del Fuego. Aquí, no vamos a permitir que los trabajadores que están llegando, vayan formando un sector de la población pobre y marginal. Gracias a la política de las salmoneras de sub-contratar empresas, para labores como elaboración del salmón para la exportación, limpieza de jaulas, transportes de alimentos y suministros, sus trabajadores no tiene acceso a una sindicalización organizada y fuerte. Seguro, que si existiesen sindicatos fuertes, estarían pidiendo lo que, hoy, estamos nosotros solicitando. Las salmoneras, deben financiar planes de vivienda para sus trabajadores y para los que seguirán llegando, en gran número. No es un misterio para nadie, que los trabajadores que realizan el cuidado de las jaulas, los están trayendo desde Puerto Montt: ellos, cumplen su período de descanso en sus ciudades de origen. Conversando con muchos de ellos, señalan que les gustaría vivir en Natales, pero el alto costo de los arriendos y la especulación, los hace aceptar un sistema de trabajo, que les incomoda, porque sus hijos son los mayores perjudicados, sin un padre presente. Nos imaginamos a las empresas salmoneras, emprendiendo planes de viviendas para sus colaboradores. Cómo aumentaría la actividad comercial y el empleo relacionado con la construcción. Pero al parecer quieren repetir lo mismo que ya se vio en Chiloé, donde el Estado invirtió en carreteras y accesos portuarios, construyendo también las obras del Canal de Chacao. Pero no todo es felicidad, como en toda actividad económica, cuando vino la crisis por la contaminación de las aguas en Chiloé y Puerto Montt, el Estado tuvo que concurrir con ayuda a los cesantes. Exigimos de las autoridades, que no miren pasivamente, lo que está sucediendo con actividades como las salmonicultura y el turismo. La traída de muchos trabajadores, está trayendo como consecuencia, mucha marginalidad. El “desarrollo” le está saliendo caro al Estado Chileno en Magallanes, sobretodo en esta crisis global. Debemos estar preparados en los planes de amortiguación, cuando la cesantía sobrevenga; cuando en el mercado mundial del salmón, disminuyan los precios, o bien, que sean tantos los sitios de cultivos que les sobrevengan las enfermedades. ES NECESARIO QUE ESTA INDUSTRIA, QUE GENERA UNA PRODUCCIÓN POR MÁS DE 4 MILLONES DE DÓLARES DIARIOS Y 1.200 MILLONES AL AÑO, SE CONECTE CON LA REALIDAD DE LOS HABITANTES DE LAS ZONAS QUE EXPLOTAN. CON UN 0,5 % DE ESA PRODUCCION ANUAL, NATALES TENDRÍA EL DINERO SUFICIENTE PARA SOLUCIONAR INTEGRALMENTE, LOS PROBLEMAS DE VIVIENDA, SALUD Y EDUCACION DE LA POBLACIÓN, DE FORMA PERMANENTE. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL, ES COMPROMISO CON LA COMUNIDAD DE RESARCIR EL IMPACTO AMBIENTAL Y SOCIAL QUE GENERAN CON SU ACTIVIDAD, ALTAMENTE LUCRATIVA; LA RESPONSABILIDAD SOCIAL, NO ES LO MISMO QUE FILANTROPÍA.
SERGIO PAINEL M., DIRIGENTE SOCIAL DE NATALES.