• 2 de mayo de 2025

EL MIEDO SUBSISTE YA POR MAS DE 50 AÑOS

 EL MIEDO SUBSISTE YA POR MAS DE 50 AÑOS
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El 11 de septiembre de 1973, la casa de mis abuelos en Phillips 665 en Puerto Natales, fue durante la tarde de ese fatídico día, el centro de reunión de dirigentes de la Unidad Popular, a pesar de mi corta edad y la relación de conversación constante con mi padre, me permitía conocer o darme cuenta lo que estaba ocurriendo, la sorpresa y la poca información de lo que estaba ocurriendo y lo que vendría se hacía presa de los incumbentes en esa reunión.

La muerte del Presidente Allende, dejaba en esa reunión una sensación terrible, muchos de los que ahí estaban lo conocían desde su juventud, hay que recordar que Allende fue parlamentario de lo que en esa fecha se denominaba la novena agrupación electoral que comprendía Chiloé, Aysén y Magallanes, muchos de ellos antiguos militantes que habían acompañado a Allende en cada elección parlamentaria.

Tampoco había mucha claridad de lo que podría pasar, se hablaba de la posibilidad de que el General Prats podía generar la resistencia junto a militares constitucionalistas, pero lo increíble era que a pesar de la evidencia que existía, respecto de que las fuerzas conservadoras y reaccionarias que se la jugaban para que los militares rompan su compromiso constitucional, por el lado del gobierno y sus partidarios, no había una respuesta de resistencia armada y organizada para defender el gobierno popular.

A pesar de que testimonios cercanos que conocemos como los de mi padre, respecto de los interrogatorios bajo tortura, la constante era “dónde estaban las armas”, recuerda que se le imputaba haber recibido un barco cubano con armas y haberlas trasladado a Cerro Castillo que en aquellos años era una gran estancia que fuera propiedad de la Sociedad Explotadora de la Tierra del Fuego y que debido al termino del contrato por más de 50 años con el estado de Chile, pasó durante el gobierno de Allende a ser gestión de sus trabajadores.

Claro, nunca hubo nada de armas con que resistir, pero quizás algo muy decidor es que a pesar de tener una clase obrera muy organizada y con gran cultura, nunca entendieron el momento histórico que se vivía, donde la lucha de clases había llegado a tener tal envergadura, que la respuesta de la derecha ultra conservadora con gran influencia de clase sobre todo en la alta oficialidad de las FF.AA., seria de una ferocidad inimaginable.

En Natales, un pueblo donde casi todos se conocían e incluso amigos y familiares, aparecieron los sátrapas y traidores que sin miramiento alguno incluso civiles que al otro día del golpe se mostraron vestidos de militar como el que fuera dueño de la radio Paine, Juan Navarro y los militares del Servicio de Inteligencia (SIM), el suboficial Julio Contreras, el Chueco Morales o el mago Williams, quienes fueron partícipes activos en la detención y tortura de natalinos y natalinas.

Cuando recordábamos la cultura política de los trabajadores y trabajadoras, lo hacíamos porque a pesar de tanta historia y lectura acumulada y también volviendo a la reunión que se desarrollaba el 11 en casa de mis abuelos, muchos/as tenían la esperanza que lo que venía no podía ser tan terrible, la verdad sea dicha, ellos/as nunca se percataron que era el fascismo el que venía, solo uno de los compañeros alerto de ello, era un joven funcionario de Televisión Nacional de la estación estatal que solicito la posibilidad de ayudarlo a salir del país, no pudieron convencerlo de que esto no sería tan grave, pero cuánta razón tenía y bien lo saben los que pasaron por los horrores cometidos después del golpe de estado.

Fue así, que ante la insistencia del compañero Claudio Medina, que en un acto de valentía y solidaridad se consiguió que el camión que normalmente salía del Frigorífico Bories con capones faenados para las estancias de Dos Lagunas, Cerro Castillo y Cerro Guido, lo llevara en medio de los capones faenados hasta Dos Lagunas evadiendo el control militar que ya se había dispuesto en la salida de Puerto Natales, allí fue recibido por compañeros y durante la noche pudieron dejarlo en la frontera en un paso no habilitado y cruzar hacia Argentina .

Quisimos investigar esta acción temeraria, sobre todo de los que participaron directamente de esta acción de rebeldía y coraje, pero lamentablemente la mayoría de ellos están muertos y los que saben, solo recuerdan que esos dos ovejeros fueron denunciados y sufrieron una cruel golpiza de parte de los integrantes de los servicios de inteligencia militar.

Increíblemente han pasado ya más de 50 años de esa acción, los que saben simplemente no quieren recordar, intentamos inquirir detalles, pero se negaron con evasivas, después de tanto horror y violencia, es posible de entender.

Por: Jaime Bustamante Henríquez

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