• 7 de mayo de 2025

Alerta de zona de sacrificio en la Patagonia: Total Energies NO es bienvenida

 Alerta de zona de sacrificio en la Patagonia: Total Energies NO es bienvenida
Compartir Noticia
Ante la amenaza de industrialización de la estepa patagónica, la Coordinadora Feminista de Punta Arenas denuncia que el megaproyecto “H2 Magallanes” de la petrolera Total Energies -que este lunes ingresó a evaluación ambiental- podría replicar en Chile los desastres y abusos socioambientales que arrastra en cuatro continentes.

La Coordinadora Feminista de Punta Arenas manifiesta su total rechazo al megaproyecto “H2 Magallanes”, cuyo Estudio de Impacto Ambiental ingresó este lunes al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA). El plan, liderado por la transnacional de origen francés Total Energies, pretende instalar hasta 10 GW de turbinas eólicas, una planta de amoníaco, una desalinizadora y un nuevo puerto en el Estrecho de Magallanes con fines exclusivamente exportadores.

Bajo el eslogan de la “transición energética”, una de las cinco mayores empresas petroleras del mundo busca desfigurar la estepa magallánica para convertirla en una plataforma industrial, mientras mantiene y expande su cartera fósil en otras latitudes: en 2021, el 99,54% de su producción provenía del petróleo y gas.

Su trayectoria documenta graves conflictos socioambientales y violaciones de derechos humanos en varios continentes: en Uganda y Tanzania, el oleoducto de Total EACOP ha desplazado por la fuerza a miles de personas y amenaza con agravar la crisis climática, según Human Rights Watch; en Alberta, Canadá, investigaciones revelaron que la contaminación proveniente de la explotación de arenas bituminosas -petróleo pesado extraído con minería a cielo abierto- fueron subestimadas por empresas petroleras -entre ellas TOTAL- hasta en 6.300 %; en Madagascar, la compañía intentó explotar petróleo dentro de un sitio Patrimonio UNESCO, proyecto frenado por la oposición social. En Asia, Total Energies fue denunciada por su complicidad con trabajo forzado en el gasoducto Yadana (Myanmar) y pagó US$ 398 millones por sobornos que le abrieron la puerta al megacampo gasífero South Pars (Irán).

En su propio país, Francia, la petrolera arrastra otras causas judiciales: fue condenada por negligencia tras el derrame del petrolero Erika, que contaminó 400 km de costa en 1999 y provocó la muerte de 150 mil aves; fue denunciada por la explosión de su planta química AZF en Toulouse (2001), tragedia que dejó 31 muertos y 2 .500 heridos; y desde 2024 afronta una querella penal presentada por ONGs climáticas y víctimas de desastres ambientales, tras revelarse que conocía el impacto del petróleo en el calentamiento global desde la década de 1970.

En Chile, lejos de modificar esa lógica, Total Energies ha sostenido convenios con organismos estatales y universidades para legitimar su desembarco. Pese al discurso de hidrógeno “verde”, el proyecto contempla desalinizadoras, cientos de aerogeneradores en hábitats de especies en peligro -como el canquén colorado y el cóndor andino- y un puerto en uno de los corredores marítimos más sensibles del planeta.

No queremos repetir en nuestra Patagonia historias de zonas de sacrificio y extractivismo brutal que, en otros lugares del mundo, han significado desplazamiento, contaminación y pérdida de formas de vida, incluyendo las humanas. Nuestra memoria colectiva recuerda pueblos desplazados, bosques envenenados y vidas truncadas tras cada bandera que prometió progreso.

Por eso, desde un feminismo que identifica la misma lógica de lucro y dominación patriarcal en la explotación de los cuerpos y de la tierra; que pone en el centro la vida, los cuidados y la autonomía colectiva; que reivindica la soberanía sobre nuestros cuerpos, territorios y bienes comunes, y asume que la justicia climática es inseparable de la justicia social y de la capacidad de las comunidades para decidir su propio destino, gritamos fuerte y claro: la petrolera Total Energies NO es bienvenida en Magallanes.

Exigimos un futuro tejido desde las comunidades locales, con justicia socioambiental y cuidado mutuo, no dictado por directorios transnacionales. Hacemos un llamado urgente a  organizaciones feministas, a los movimientos socioambientales, a pueblos originarios, a las comunidades vecinales y a toda la ciudadanía, a mantenerse alertas y articuladas para levantar una defensa irreductible de nuestra tierra, nuestras aguas y nuestras formas de vida y coexistencia.

¡La Patagonia ya es Verde! Coordinadora Feminista Punta Arenas

Pie de Foto: En su Estudio de Impacto Ambiental, la petrolera reconoce que parte del Área de Influencia de su proyecto (715,67 ha) se superpone con el Parque Nacional Pali Aike.

Coordinadora Feminista
Punta Arenas

Más Noticias