Bajo presión
“Pedro murió de ocho tiros policiales, según la ley ocho tiros legales”. Abarajame, Illia Kuryaki and the Valderramas
El clima social en Chile es similar a una olla a presión: entre los ingredientes encontramos la rabia acumulada que hace presagiar que algo fuerte se viene, los ciudadanos hablan de un nuevo estallido social y que se siente en el aire raro y que algo fuerte vendrá, estamos viviendo en un país donde el abuso de poder se ha institucionalizado, donde la corrupción está desatada, donde la crisis económica la pagan los trabajadores y los jubilados, donde la violación de los derechos humanos está a la orden del día, sumados a la pandemia que ha sido utilizada por el gobierno para hacer control social. Nuestro pueblo está viviendo en el último tiempo bajo presión y eso es muy preocupante, prueba de ello es lo que sucedió en Panguipulli, en el cual se quemaron 7 edificios donde habían servicios públicos, esa es una señal muy potente de descontento con el poder.
Lo que más preocupa es que dos jóvenes chilenos, Francisco y Camilo, mueren bajo responsabilidad de fuerzas del Estado en 4 días.
El viernes 5 de febrero, Francisco Martínez Romero, malabarista, que llevaba 4 años viviendo en Panguipulli, quien era querido por la gente (él era tío del joven empujado al río Mapocho), es asesinado a sangre fría por los carabineros en un control de identidad.
Camilo Miyaki Salinas de 27 años, detenido en la 51 Comisaría de Pedro Aguirre Cerda, aparece muerto en el calabozo de esta unidad policial que presenta historial de abusos. La 51° comisaría de PAC tuvo denuncias por violación y torturas durante la revuelta de Octubre de 2019, casos aún sin esclarecer. Había sido detenido ayer por no llevar salvoconducto.
Ahora lo que es “preocupante” es cómo muere en un control preventivo de identidad un ciudadano, ahora resumiremos lo que es ese protocolo.
Según la ley de “Control Preventivo de Identidad” 20.931, (2016, Bachelet). En el caso que la persona no quiera acreditar su identidad o proporcione una identidad falsa, arriesgará a una multa de una a cuatro Unidades Tributarias Mensuales (UTM).
Asimismo, la ley indica que “si la persona se niega a acreditar su identidad o si habiendo recibido las facilidades del caso no le fuera posible hacerlo, la policía la conducirá a la unidad policial más cercana para fines de identificación. Ahí se le darán facilidades para procurar una identificación satisfactoria por otros medios. Una vez que sea identificado, el controlado debe ser dejado en libertad, salvo que se dieren algunas circunstancias como, orden de detención pendiente o flagrancia (que haya estado cometiendo un delito) . Una vez que sea identificado, el controlado debe ser dejado en libertad. El tiempo del control jamás podrá extenderse más allá de una hora. “Si no es posible la identificación en el mismo lugar, el funcionario policial deberá poner término de manera inmediata al procedimiento”.
Otro dato que no cuadra es que en Panguipulli, el 22 de agosto de 2016, aparece muerta por estrangulamiento la activista socio ambiental Macarena Valdés, su muerte aún sigue siendo investigada.
Sin lugar a dudas, los ciudadanos estamos bajo presión.
Hay que dar paso a una nueva policía que respete los derechos humanos y que sea profesional, no debemos permitir que todo esto se mantenga tal cual como esta. Es fundamental esclarecer que sucedió con estos dos jóvenes, tiene que hacer justicia real y no dar paso a la impunidad.
Nunca olvidemos que Puerto Natales tiene dos víctimas de la policía, primero fue, tras celebrar el paso de la “U” a la final de la Copa Sudamericana del año 2011, Jonathan Ruiz Poblete (19), el “Killer”, fue detenido por Carabineros de Chile. Fue durante la madrugada del jueves 01 de diciembre, en Puerto Natales, su ciudad natal. Todavía no está claro qué le sucedió después de subir al carro policial. Lo que sí se sabe es que la siguiente vez que sus cercanos lo vieron, él estaba en el hospital de la ciudad con lesiones que le terminarían provocando la muerte. (Por: El Desconcierto | Publicado: 04.12.2018)
La segunda víctima fue en la madrugada del 8 de julio de 2017, en pleno invierno natalino, cuando Gonzalo Muñoz «recibió una brutal agresión en calle Magallanes, entre Bulnes y Eberhard, en la capital de Ultima Esperanza, que posteriormente le causó la muerte y cuyos protagonistas fueron los carabineros Miguel Delgado Velásquez y Pedro Loncuante Loncuante, junto al guardia de seguridad Sebastián Cáceres Alonso, acometida en la cual también resultaron heridos los amigos de la víctima principal, Sady Galindo Soto y Víctor Hernández Saldivia«. FUENTE: La Prensa Austral
Por: Juan Salvador Miranda Vios, febrero 2021