Crisis sanitaria del coronavirus golpea fuertemente al turismo en Última Esperanza
Las encuestas internas de la Cámara de Turismo de Última Esperanza indican que aproximadamente el 30% de las empresas de turismo cuentan con local propio, el 70% tienen compromisos de pagos arriendos o pago de hipotecarios. Prácticamente el 100% de las empresas han declarado no poder continuar trabajando en forma virtual, ya que al tratarse de la entrega de servicios intangibles es imposible operar sólo en forma remota.
Desde el último trimestre del 2019 el sector turismo se vio enfrentado a un incierto panorama económico, en donde puntualmente ante el estallido social se tuvo que reaccionar en forma proactiva realizando las modificaciones y gestiones necesarias para mantener las operaciones y dar cumplimiento a los compromisos con los clientes, proveedores y trabajadores del sector.
La declaración de pandemia ha sido una noticia devastadora en muchos sentidos, los principales afectados son la población vulnerable y de mayor riesgo y hacia ellos se deben enfocar todos los esfuerzos inmediatos. El sector turístico local ha empatizado con lo ocurrido y confiando en las autoridades ha dado un paso al costado para no entorpecer los procedimientos ofreciendo los apoyos necesarios en los momentos oportunos.
Desde principios de marzo las acciones internas del sector turismo se focalizaron en coordinar y buscar los mecanismos de apoyo, de esta manera se logró mantener una fluida comunicación y colaboración realizando las consultas pertinentes a las instituciones públicas, bajando la información a través de gremios y empresas para que turistas y trabajadores estén informados.
Debido a la contingencia la Cámara de Turismo de Última Esperanza A.G., y otros gremios turísticos mantuvieron comunicación con las autoridades comunales y provinciales, incluyendo algunas autoridades regionales, insistiendo en lograr mayor eficiencia en los procesos, ya que las distintas situaciones que se presentaban cambiaban diariamente afectando a turistas y trabajadores en los distintos lugares de acceso como pasos fronterizos, aeropuertos, muelles, terminales de buses en donde se tuvo que coordinar con las aerolíneas, empresas navieras y de transporte terrestre realizando gestiones incluso con las embajadas y con gremios turísticos de Argentina, de otras comunas y de otras regiones. Debido al desabastecimiento de insumos de limpieza se realizaron gestiones con proveedores de Santiago para obtener parte de los insumos necesarios y que las empresas tuvieran los elementos para enfrentar esta crisis sanitaria, también se realizaron gestiones con las empresas que abastecen de los servicios básicos para que los cobros sean justo y no perjudiquen los negocios, también se han aplicado constantemente encuestas digitales para obtener una imagen más exacta de los efectos que ha producido esta emergencia, primero con el objetivo de conocer la cantidad de turistas que se encontraban en el destino y sus necesidades, luego para conocer el impacto económico que afectó a las empresas.
Suspendidos quedaron los esfuerzos que se estaban realizando para extender la alta temporada, para potenciar productos turísticos de otoño e invierno y mejorar la oferta de experiencias turísticas que permitieran aumentar la demanda en temporada baja. En pausa quedaron las gestiones para fortalecer el aeropuerto y aumentar las frecuencias de vuelos hasta Puerto Natales y muchas otras iniciativas que han quedado postergadas hasta que se supere la contingencia y continuar siendo un aporte a la economía local.
El turismo en la región de Magallanes había alcanzado un nivel de desarrollo que permitía beneficiar varios sectores productivos como lo es el comercio, pesca artesanal, el sector hortícola, entre otros, por tanto la situación de contingencia no sólo daña la salud, también ha perjudicado a muchos emprendedores, micro, pequeñas y medianas empresa y a miles trabajadores que hoy son afectados, ya que si se considera que sólo Puerto Natales en la actualidad cuenta con aproximadamente 600 empresas de turismo, en donde el 50% corresponde a servicios de alojamientos, le siguen los servicios de alimentación (más de 100), agencias de viajes y transporte, artesanía, etc., y toda la cadena productiva asociada a este sector.
La estadística señala que el Parque Nacional Torres del Paine recibió en los dos primeros meses del año 120.835 visitantes solo entre enero y febrero (cifra similar a la llegada anual de hace 12 años atrás), la crisis que se vive a nivel mundial repercute en los mercados objetivos de este destino y sin lugar a dudas sígnica un retroceso y un gran golpe que estremeció al sector turismo de Magallanes en donde lógicamente se acató lo que la autoridad de salud instruyó y por supuesto que las prioridades cambiaron. De esta forma finalizó abruptamente la actividad turística y con esto las réplicas del azote económico impacto en la economía y empleabilidad local.
De acuerdo con datos del 2018, la fuerza laboral en Puerto Natales estaba representada por el sector turismo en un 25%, la cifra actual y exacta en estos momentos no se conoce, sin embargo, se sabe que un 90% de las empresas ya no se encuentran operativas desde antes del 20 de marzo y que el 80% de las empresas ha tenido que desvincular personal.
Las encuestas internas de la Cámara de Turismo de Última Esperanza indican que aproximadamente el 30% de las empresas de turismo cuentan con local propio, el 70% tienen compromisos de pagos arriendos o pago de hipotecarios. Prácticamente el 100% de las empresas han declarado no poder continuar trabajando en forma virtual, ya que al tratarse de la entrega de servicios intangibles es imposible operar sólo en forma remota.
A principios de la crisis sanitaria, la experiencia de algunos hizo que el 30% de las empresas reprogramaran sus reservas para la próxima temporada, si es que se vuelve en alguna medida a la normalidad, mientras que el 70% de las empresas recibieron directamente anulaciones lo que ha producido pérdidas que aún son incalculables. El dato que se tiene es que el 90% de las empresas declara haber sufrido daños económicos, mientras que 50% señala que si la crisis sanitaria se prolonga por más de 6 meses hay altos riesgos de quiebra empresarial dependiendo del tipo y tamaño de empresa.
Entendiendo que las actividad turística se ha enfrentado a una apertura de temporada incierta, a un término abrupto y prematuro de la alta temporada y que todos los esfuerzos realizados por activar la temporada de otoño e invierno no son prioridad en este momento, este sector representado por guías y conductores de turismo, recepcionistas, mucamas, personal de administración, ventas, mantenimiento, limpieza y logística, cocineros, garzones, artesanos, tripulantes de embarcaciones, proveedores en general y prestadores de servicios asociados al turismo como talleres mecánicos, empresas de diseño e imprentas, computación, etc., y la comunidad local en general, que buena parte de esta vive del turismo en forma indirecta por los arriendos de casa, vehículos y otros servicios, por lo que este sector económico espera que las medidas de gobierno se adapten con apoyos especiales, ya que el comportamiento del turismo es estacional y las medidas recibidas enfocadas en tres meses no sirven, se debe comprender que la crisis social y de salud han provocado un retroceso en la actividad turística dejando a este sector gravemente perjudicado en términos financieros y afecta enormemente a los emprendedores y trabajadores, por tanto a la mayoría de los sectores productivos que se vinculan de un modo u otro con el turismo como lo es hortícola, la pesca artesanal, el comercio, la construcción, el transporte, la ganadería, etc., por tanto, se requieren medidas especiales para sostener realmente en algún porcentaje la empleabilidad y continuar siendo un aporte a la economía local.
Una vez superada la emergencia de salud y esperamos con fe que así sea, todo el sector turismo de la región de Magallanes deberá levantarse de la catástrofe económica y dar cara a las cifras rojas, para esto se ha presentado a las autoridades locales, provinciales, regionales y nacionales una serie de requerimientos de apoyos especiales que tengan coherencia con las necesidades del sector, se estima que sin estos apoyos la reactivación del turismo regional será prácticamente imposible y por ende la cesantía aumentará. Por ahora se ha tenido respuesta y apoyo en la gestión de parte de la Subsecretaria de Turismo para canalizar las medidas a través del Ministerio de Economía.
Hoy en día, la prioridad es la salud, se comparte el mensaje del autocuidado y no se está promoviendo ningún viaje ni servicio turístico, se valoran todas las medidas y la disposición del sector es colaborar mientras los recursos lo permitan, lo económico tendrá su tiempo y para ello se requiere el apoyo de gobierno para reposicionar la producción, reactivar el sector en forma sostenible y volver a generar aportes y beneficios en la economía local.
CÁMARA DE TURISMO ÚLTIMA ESPERANZA – 2020