• 16 de abril de 2024

AVENIDA SANTIAGO BUERAS/ POR ET.-

El temido rebrote

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Por Rodrigo Cid Santos, Periodista.  

El otro punto que resulta preocupante, es la debilidad de la barrera sanitaria instalada en los accesos de la ciudad. Claramente los parámetros médicos evaluados (toma de temperatura) y los antecedentes requeridos para el ingreso (cuestionario de salud y contrato de trabajo), no son garantía para la seguridad de la población.

 

Hasta la semana pasada, la comuna de Natales acumulaba 15 casos positivos de coronavirus, desde la llegada de la pandemia a la Región de Magallanes, todos ellos recuperados. Y cuando la situación parecía controlada, la incertidumbre volvió a reinar en Última Esperanza. Un foco de contagio entre personal de una empresa que realizaba faenas de construcción en una planta pesquera, trajo de regreso la amenaza que representa la propagación del COVID entre la población. Ahora, el número de nuevos infectados se eleva a 18 personas, 17 de las cuales corresponden a trabajadores de la constructora en cuestión. Para una ciudad como Puerto Natales, que no se destaca precisamente por su amplia capacidad de camas UCI y personal especializado para el cuidado de enfermos graves, se trata de una situación compleja. Además, la cantidad simultánea de infectados, superó el número de cupos de la residencia sanitaria local. Y obligó a aislar enfermos en hostales y en el Hospital Augusto Essmann. A todo esto se suma que las condiciones climáticas -con hermosas postales de las ultimas nevazones, pero que anticipan un crudo invierno como los de antaño- dificultan el traslado de pacientes hacia Punta Arenas, capital regional que -para complicar aún más el panorama- también enfrenta un rebrote de la pandemia. Lamentablemente, lo ocurrido no es novedoso. Y bien podría calificarse como un escenario esperable. Pero en ningún caso inevitable. A nivel internacional abundan los ejemplos, incluso en países desarrollados. Hace algunos días se reportó en Renania del Norte-Wetsfalia, Alemania, un masivo brote de coronavirus que habría tenido su origen en un matadero. La rápida propagación del contagio, que afectó a cerca de mil 500 trabajadores, obligó a decretar el reconfinamiento de más de 600 mil personas. Un número importante de los afectados, corresponde a funcionarios que vienen desde afuera de la ciudad.

En este último punto existe una similitud con el foco de COVID en la planta natalina. La mayoría de los trabajadores viene desde afuera de la Provincia de Última Esperanza, incluso de la Región de Magallanes. Resulta evidente que la aplicación de un simple control de temperatura, responder un breve cuestionario y exhibir un contrato de trabajo, son medidas insuficientes para impedir el acceso de una persona infectada que -muchas veces sin saberlo- puede convertirse en agente de propagación del virus, como ocurrió en Natales. Según reporta la prensa regional, la empresa, ubicada en el sector alto de la ciudad habría declarado que las faenas tenían el carácter de “esenciales”. Una definición controvertida, y que ha llevado a la autoridad a precisar las labores específicas que entran en esa categoría.Todo esto, para evitar el mal uso de permisos y salvoconductos, por parte de ciertas compañías que nada tienen de “esenciales”. El otro punto que resulta preocupante, es la debilidad de la barrera sanitaria instalada en los accesos de la ciudad. Claramente los parámetros médicos evaluados (toma de temperatura) y los antecedentes requeridos para el ingreso (cuestionario de salud y contrato de trabajo), no son garantía para la seguridad de la población. En este sentido, se podrían replicar y exigir los protocolos sanitarios ya adoptados por otras empresas que operan en la Provincia de Última Esperanza, y que básicamente consisten en la aplicación del examen COVID a sus trabajadores previo al viaje, y posterior traslado en servicios especiales, directo hacia los centros de producción.

La situación es sin duda delicada, ya que en sólo unos días, Natales superó el total de casos reportados desde la llegada de la pandemia. Todo esto deja en evidencia la fragilidad de la ciudad para enfrentar un foco de contagio. Y la urgente necesidad de endurecer las medidas para evitar la propagación del virus. Alemania rápidamente tomó la decisión de reponer la cuarentena. Lo que ocurra en Natales aún está por verse.-

 
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