• 22 de junio de 2025

La histórica y encarnizada disputa en las Izquierdas por ser Vanguardia

 La histórica y encarnizada disputa en las Izquierdas por ser Vanguardia
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A principios de 1900 en Chile se comienzan a organizar grupos políticos con signos ideológicos provenientes de Europa, primero con los sucesos de la comuna de París y después con la Revolución de Octubre, pero antes de que el marxismo fuese fuente de inspiración y de conducción de la izquierda, ya estaba instalada, con gran influencia y sobre todo en el movimiento obrero el anarco sindicalismo, por lo tanto desde el año 20 al 30 el Partido Comunista y otros movimientos de la vertiente socialista daban dura batalla ideológica y de práctica política para tomar el control del movimiento obrero.

Demás está decir que la disputa también comprendía debates con oradores de fuste e incluso con violencia física de ambas partes, ya pasado los años 30 también la disputa se trasladaba al parlamento.

Una vez despejada la cancha, donde ya el Partido Comunista se hacía del control de los sindicatos y federaciones, aparece en escena un actor que será gravitante en el escenario político hasta nuestros días, el Partido Socialista, que logra convocar a las capas medias, pero por sobre todo, un partido de masas y bastante transversal en la nomenclatura de la sociedad chilena con gran influencia en profesionales de la salud y educación que le permite tener una activa presencia en el parlamento y sobrepasando al Partido Comunista en militancia, transformándose en un partido de mucha popularidad.

El Partido Comunista siempre se ha caracterizado por su disciplina y su adhesión inclaudicable a lo que se denominara Internacionalismo, eso le significará tener que dar explicaciones respecto del accionar del líder de URSS Stalin y de las invasiones a Hungría y Checoslovaquia, por dar algunos ejemplos, eso lo complicará de tal manera que perderán mucho de su grado de influencia en la cultura y en las universidades con los estudiantes, sin embargo, el carácter más nacionalista y sin apego a los procesos que se llevaron adelante en la guerra fría, permitirá que el Partido Socialista logre una mayor adhesión y gravitación en el devenir político del país.

No esta demás contar la anécdota del destacado dirigente comunista Luis Corbalán, que cuando se le preguntaba específicamente por su irrestricto apoyo a la URSS, el con la simpatía y sencillez que lo caracterizaba decía: nosotros los comunistas somos sovietinchas.

A pesar de esto, el Partido Comunista se ha mantenido inalterablemente fiel a sus principios y participando de la vida democrática salvo cuando fue declarado ilegal en el gobierno de González Videla y en la dictadura de Pinochet.

Estos dos grandes partidos de la izquierda Chilena, han caminado juntos en la gran mayoría de los eventos electorales, sin duda, la figura unitaria de Allende tiene mucho que ver con esto, si hay algo de su legado que no puede pasar inadvertido es su incansable lucha por la unidad Socialista-Comunista.

La derrota que propinó la derecha junto a parte de las FF.AA. en 1973, resquebrajó esa unidad que se venía construyendo con la impronta del presidente Allende, el debate sobre quien tuvo más o menos responsabilidad en la derrota, tiene dos correlatos bastante disímiles, están los que dicen que los comunistas fueron leales a Allende al acompañar la experiencia de la revolución con empanada y vino tinto que no era otra que realizar cambios estructurales y sociales en democracia y, a la inversa, estaba un gran sector de los socialistas que definía una estrategia militar para defender el gobierno de un golpe que era casi inevitable.

Sobre ese debate histórico hay bastante material al cual recurrir, pero me quiero centrar en lo que ocurrió en el exilio sobre todo de una gran parte de la dirigencia de la izquierda Chilena, el exilio se diseminó por muchos lugares del mundo y muchos dirigentes que tuvieron la oportunidad de vivir su exilio detrás de la cortina de hierro, rápidamente se fueron a países donde el Eurocomunismo o la Social Democracia gobernaba, esa situación provocó otro distanciamiento entre comunistas y socialistas que observaban qué modelo podría ser capaz de instalarse en Chile una vez superada la dictadura.

También otro punto de discusión fue la táctica a elaborar para terminar con la dictadura, mientras el Partido Comunista realizaba una fuerte autocrítica sobre el tema militar resumiéndolo como un vacío histórico de parte de ellos, esa autocritica significó llevar adelante una política de enfrentamiento directo con la dictadura a través del FPMR y su política denominada Rebelión Popular, esa decisión política fue suficiente para que el resto de las fuerzas políticas los marginara constantemente de cualquier proceso unitario.

Los Socialistas, al contrario, supieron dar un paso táctico importante y se alinearon hacia una salida política lo que les permitió ingresar a un amplio arco de partidos desde Liberales, Demócratas Cristianos, Mapu, Izquierda Cristiana, Radicales, etc, que se denominó Concertación de Partidos por la Democracia, eso le permitió al Partido Socialista encontrar la unidad ya que se encontraba completamente dividido e incluso incluir en sus filas a dirigentes del MAPU, de la Izquierda Cristiana y otros grupos de raigambre socialista.

Últimamente y a propósito de las primarias, nuevamente las escaramuzas en la izquierda han dado que hablar, mi intención con este repaso es un poco para calmar ánimos y evitar tanta descalificación, la izquierda en general tiene mayores problemas que resolver que centrarse en un discurso de quién es más de izquierda que otro, el tema fundamental hoy es: “QUÉ ES SER DE IZQUIERDA”, porque sin proyectos en el mundo donde enfocar nuestra vista y, peor aún, con una ultraderecha que viene con todo y por todo.

Frente a esta situación sólo queda fortalecer la unidad más amplia posible, no tenemos otra alternativa.

Por: Jaime Bustamante Henríquez

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