• 8 de mayo de 2025

Navegando por los canales australes

 Navegando por los canales australes
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Lo primero que se viene a la cabeza cuando comienzas a recorrer el mar austral, son los cuentos de Francisco Coloane, las imágenes que instaló en sus cuentos comienzan a cobrar vida frente a nuestros ojos.

Hay que partir entendiendo de que la pesca artesanal es un mundo aparte, es un nuevo universo para nosotros, donde la resistencia y el aguante son fundamentales y donde la solidaridad entre los hombres es una filosofía de vida.

Realizamos un viaje hacia zona de pesca en una lancha de acarreo en dirección a una de las faenas de erizo, el viaje duró cuatro días recorriendo varios puertos de dichas faenas de la pesca artesanal, recolectando erizos, zarpamos el día sábado a mediodía desde Puerto Natales, hacia la zona de pesca, la nave que nos llevaría era una especie de Halcón Milenario que surcaría el mar austral en busca de la materia prima, aquel producto se bucea y se logra extraer desde el fondo marino, se encuentra entre los 4 y 12 metros de profundidad, la lancha o nave de acarreo es una especie de puerto andante de recepción de la materia prima, una vez que completa su carga zarpa hacia su puerto de destino.

Las embarcaciones que reciben y luego trasladan el producto al muelle de pescadores artesanales de Puerto Natales para luego ser llevado a planta de proceso, se denominan lanchas de acarreo, la tripulación la compone un patrón, un tripulante y un motorista.

Las embarcaciones que entregan el producto en zona de pesca se denominan extractivas y logran sacar desde el fondo del mar con buzos la materia prima, su dotación es de un patrón, un tripulante y un buzo.

Las lanchas extractivas también son el hogar de los pescadores, tienen 13,85 metros de largo y 4 metros de ancho, en su gran mayoría son de madera.

Las radios de onda corta ya no se utilizan, hoy la gran mayoría de los pescadores lleva internet en sus lanchas.

Hoy la navegación se realiza utilizando GPS, antes se hacía con radar y ecosonda y en la antigüedad con brújula y muchos pescadores se guiaban con las estrellas.

Los puertos de refugio y de entrega del erizo se denominan, puertos de faena.

La gente que anda embarcada manifiesta que “al mar no se le debe de tener miedo, al mar se le respeta”.

Resulta paradójico conversar con los viejos pescadores y uno se sorprende cuando manifiestan que la pesca industrial está terminando con la pesca artesanal, y también de que el apoyo estatal es deficiente.

Los viejos pescadores son como los viejos héroes no se rinden, continúan extrayendo del mar sus frutos que llegarán a las mesas de los otros continentes.

Hay que rescatar la memoria de la pesca artesanal, su historia, somos una ciudad que debe reconocer todo el esfuerzo que realiza nuestra gente de mar y el gran aporte que han hecho en nuestra sociedad.

Por: Juan Salvador Miranda V. 

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