Noche natalina
Luego de un festival de rock pesado el productor de una banda me pide que lo acompañe a conocer la bohemia de Puerto Natales, yo accedí, me convertí en su guía, de pronto un amigo me llama y me invita a su casa, nos dirigimos a un encuentro con gente que parecía salida del bar de Star Wars. Nos internamos en la noche estrellada de Patagonia y dirigimos nuestros pasos a la población Chile Nuevo, golpeo la puerta de una vieja casa de madera, nos abren y nos invitan a pasar, nos cuentan de que El Hombre Gato salió a comprar copete junto a Mustaine, habían tres mujeres y un tipo más, escuchaban Cumbia Cordobesa, una de las mujeres le preguntó en que trabajaba a mi amigo, él le respondió que producía una banda de Death Metal, ella buscó un video de esa banda en Youtube para conocer que música hacían, de pronto llega el dueño de casa y pide a gritos que apaguen esa bulla y pongan otra música, le presento a mi amigo, nuevamente le preguntan a que se dedica, el responde lo mismo, El Hombre Gato pide que busquen en la red algo de la banda, escucha y asiente con la cabeza y nos sirve unos vasos de whisky, luego pone un tema de “Metallica” y nos cuenta que es fanático de esa banda, Mustaine le pregunta a mi amigo que porqué no hace una gira de su banda con “Amar Azul”, mi amigo sonríe, y en un dos por tres uno de los tipos que estaban entre los asistentes comienza a hacer un karaoke de Luis miguel, se sube a la mesa y baila, continuamos conversando y bebiendo, los tipos se quedan dormidos y el dueño de casa pide que no molesten a las mujeres, todo tan surreal pero entretenido, afuera amanece y decidimos partir. Mi amigo queda impactado por haber vivido una noche inolvidable en Puerto Natales, sonreímos y caminamos bajo un cielo rojo en sangre, el cual nos invitaba a dormir.
Por: Juan Salvador Miranda V.