Oficial u opositor

A veces pienso que Puerto Natales es nuestro Springfield.

Hay una clase dirigente que con cada gobierno que apoya le va bien, se venden al mejor postor o quizás a una sobada en la espalda que le hacen creer que llegó a la primera división de la política, un día son oficialistas, al otro son opositores. Los tiempos que vivimos cada vez son más decadentes, vemos como se sacan la careta algunos demócratas, sin lugar a dudas, cuando se genera una nueva constitución ha logrado sacar lo peor de muchas personas, parece que convivíamos con enemigos sin saberlo. Los discursos de odio, las noticias falsas y la instalación de la posverdad, cada vez más fuerte, ha generado un clima muy denso.

Hoy vemos mucho panqueque (Panquequismo: el deporte nacional de darse vuelta), se instauró la lógica del oportunismo, cuando uno lee un poco de nuestra historia local y ve a los antiguos dirigentes que tenían una carrera intachable y que obraron mostrando una ética sublime, pero eso es parte del pasado.

Parece que en estos tiempos ya no existe una crítica con altura de mira y tampoco existe la autocrítica.

Estos son tiempos de oportunismo y de discursos huecos.