Opinión. A 50 años del golpe de estado. Senderos de traición

La primera víctima de la dictadura fue la verdad. Los que "dividen al país" son los que se restan de todas las ceremonias, los que mienten sin pausa, niegan o justifican los horrores cometidos, se burlan de la búsqueda de verdad y Justicia. Son los que siempre han preferido un país dividido, por mezquindad y conveniencia. Se conmemoran 50 años del golpe militar y se comienzan a destruir mitos que impuso tanto la derecha como las fuerzas conservadoras. El primer mito que impusieron es que una gran mayoría del pueblo de Chile apoyó el golpe de estado. Con el transcurso del tiempo se aclara de que, la CIA participó directamente en el atentado contra el general Schneider. Fue parte de una operación secreta para impedir que Allende llegara a La Moneda. Como no resultó, luego optaron por desestabilizar al gobierno de la UP y alentar un golpe de Estado. En noviembre de 1970, "Nixon ordenó un boicot a gran escala contra el gobierno de Allende. Un asedio creciente y duradero". al gobierno de la UP y alentar un golpe de Estado. Luego, los empresarios, la derecha y otras fuerzas conservadoras comienzan a desestabilizar económicamente a un gobierno para arruinar a la población y luego instigar por una intervención armada que terminó con la vida de 3 mil chilenos. Otro de los mitos era el del supuesto éxito económico que generó la dictadura es "una de las más grandes farsas narrativas de la historia moderna". En el ámbito económico, a partir de 1975, impulsó un plan basado en las políticas surgidas de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos. Se aumentó el predominio del sector privado en la economía, para lo cual se ajustó el gasto público y se despidieron empleados del Estado, además de privatizarse empresas públicas. Durante la dictadura, Soquimich, Lan Chile, Entel y Endesa fueron algunas de las empresas públicas privatizadas durante los últimos años de la dictadura, en un proceso caracterizado por la falta de transparencia que contribuyó a la concentración de poder económico actual. Durante el gobierno de Pinochet (1973-1989) la tasa de inversión promedio del período fue de 17,1% (%PIB). Durante los gobiernos de la Concertación (1990- 2005) la tasa de inversión promedio del período es de 25,4% anual. Este nivel es un 35,8% mayor al observado durante la década del 80.