¿Por qué una nueva constitución?

Por Antonieta Oyarzo A.

Es esta una pregunta que muchos se hacen  y pocos contestan todavía, con poca información y escaso despliegue comunicacional se habla de apruebo y rechazo, y se percibe una clara tendencia ciudadana de simpatía y empoderamiento evidente hacia el Apruebo.

No podemos olvidar que este logro histórico de poder encontrarnos ad portas  de un proceso democrático este 25 de Octubre, donde podremos avanzar como civilidad y sociedad, es el primer paso hacia el País que queremos. Y todo esto se inició y se lo debemos a los estudiantes, que su salto en el metro se constituyó en un salto en la historia, a las feministas que instalaron que " no es no ", y todos y todas entendimos que era necesario que la dignidad se haga una costumbre, lo que dio al estallido social y a esta nueva constitución un sello ciudadano.  Y este es el valor que tiene este proceso, que es un proceso ciudadano y que la ciudadanía debe sentirlo así, porque una nueva constitución es la oportunidad de una nueva forma de convivencia, es poder contestar y plasmar en una Carta Fundamental cuál es el Chile que queremos.

Es fundamental poder socializar la importancia de una nueva constitución, porque esta afecta nuestra vida cotidiana, el ejercicio de nuestros derechos y la garantía universal de ellos.

La actual constitución no es garante de nuestros derechos ni de educación ni de salud, ni de una vejez digna ni de una jubilación justa, todo lo que en las manifestaciones son identificados como abusos, son producto de un Estado débil en protección social. La crisis social sumada a la crisis sanitaria dejó en evidencia la desigualdad en el bienestar y seguridad de nuestros adultos mayores, la orfandad social y emocional de nuestro niños y niñas, la violencia y falta de justicia real respecto al femicidio y delitos sexuales, la imperiosa necesidad de inclusión de nuestros pueblos originarios, el respeto por la diversidad, es decir, una nueva constitución nos permitirá un Chile más humano, democratico, digno,  libre, plurinacional, feminista, regionalista y soberano.