Presión de comunidades logra suspensión de certificación internacional a centro salmonero donde escaparon 875 mil peces
El Centro Ecoceanos exigió además coherencia al Aquaculture Stewardship Council, ya que acaba de anunciar que en los próximos meses nuevamente autorizará el uso de su certificación “ambientalmente responsable”, en los productos de salmón de la cuestionada compañía noruega-norteamericana Nova Austral en la región de Magallanes.
Puerto Montt, 22 de Julio de 2020 (radiodelmar.cl).El Aquaculture Stewardship Council (ASC), la principal consultora internacional que entrega certificaciones sanitarias y sociales a empresas acuícolas en todo el mundo suspendió el uso de su sello para la venta de salmón del centro de cultivo Caicura que la empresa Blumar mantenía en el Estuario de Reloncavi, Región de Los Lagos, donde a fines de junio escaparon más de 800 mil ejemplares de esta especie carnívora. La medida se debe a que el sello ASC solo permite un máximo de 300 salmones escapados por temporada en cada centro salmonero.
La medida de ASC fue tomada además luego que 35 comunidades locales, indígenas, organizaciones sociales y pescadores artesanales difundieran la declaración “Escape masivo de salmones de empresa Blumar en el estuario de Reloncaví: Acción ciudadana para detener la destrucción de nuestro mar y defender el futuro de las comunidades costeras”.
En dicho documento exigían al Aquaculture Stewardship Council (ASC), vinculada al World Wide Fund for Nature (WWF), que dejara sin efecto la entrega de su certificación ambiental al centro de cultivo “Caicura”, desde cuyas instalaciones que albergaban 875.000 salmones Atlántico, ocurrió una fuga masiva de peces hacia los vulnerables ecosistemas acuáticos de la sureña región de Los Lagos.
Según ASC, usar su logo ayuda a las empresas «a acceder a nuevos mercados, y ayuda a proteger los mercados existentes al mantener la preferencia de los compradores». Además «el logotipo de ASC agrega valor a los productos del mar, a lo largo de toda la cadena de suministro».
El ASC había otorgado la certificación ambiental CUP-C 865128-ASC-01-2019-SL a las producciones de salmón de la empresa Blumar S.A. destinados a la exportación. En una de las cláusulas de esta certificación vigente hasta el 13 de Noviembre del 2021,se condicionaba el empleo del logotipo ASC a que no existieran escapes hacia el medio acuático que superaran los 300 ejemplares de salmón por ciclo productivo (Criterion 3.4. Escapes. ASC Salmon Standard. Version 1.3, July 2019).
El Aquaculture Stewardship Council ha comunicado la suspensión temporal de su certificación ambiental al centro de engorda de salmones “Caicura”, luego que el 28 de junio pasado un número de peces aún indeterminado de esta especie carnívora introducida en aguas chilenas, escapara masivamente en la zona de la boca del Reloncaví y zona del mar interior de Chiloé.
“Para garantizar nuestra independencia, la certificación ASC es auditada y aplicada por organismos separados conocidos como organismos de evaluación de la conformidad (CAB). El CAB en este caso es Control Union Perú, que suspendió el certificado del centro Caicura el 3 de julio pasado. Mientras esté la suspensión vigente, el producto de ese centro no se puede vender como certificado por ASC”, señaló el gerente Comercial de Blumar, Daniel Montoya.
Esta suspensión es por 12 meses, período en que el centro de cultivo de salmones deberá someterse a una auditoría completa.
“Para asegurar un impacto mínimo en el medio ambiente, no más de 300 peces pueden escapar de un centro de cultivo certificado por ASC en un ciclo de producción, los sitios deben hacer pública la información sobre todos los escapes y utilizar sistemas de monitoreo efectivos y precisos”, explica Montoya.
Centro Ecocéanos: «No + greenwashing” a las compañías salmoneras en Chile
El Centro Ecocéanos valora esta primera señal hacia las justas demanda de las comunidades locales, pueblos originarios y organizaciones ciudadanas afectadas por cuatro escapes masivos de salmones ocurrido en los últimos ocho meses en el sur de Chile, consecuencia de la acelerada expansión de la industria transnacional de salmónidos.
Sin embargo, Eccoceanos exigió coherencia al Aquaculture Stewardship Council, ya que acaba de anunciar que en los próximos meses nuevamente autorizará el uso de su certificación “ambientalmente responsable”, en los productos de salmón de la cuestionada compañía noruega-norteamericana Nova Austral en la región de Magallanes.
Esto ocurrirá en los precisos momentos que el Estado chileno ha demandado ante los tribunales a Nova Austral por graves delitos a la legislación ambiental chilena, al haber falsificado entre el 2016 y 2019 los reportes ambientales y sanitarios de sus centros de cultivo de salmones en la región de Magallanes.
La adulteración de las cifras de mortalidad de peces de Nova Austral provocó condiciones anaeróbicas (falta de oxígeno disuelto en el agua) bajo sus centros de engorda de salmones, lo cual trató de ocultar, cubriendo el fondo marino con toneladas de roca y arena.
Además, el Consejo de Defensa del Estado de Chile (CDE) presentó una querella (RIT O-150-2020) contra los ex-ejecutivos de Nova Austral por el delito de fraude al Fisco al falsear información para obtener $ 60.000 millones de pesos chilenos en beneficios tributarios y subvenciones fiscales de la ley N° 18.392.
Presión ciudadana para luchar contra la permisiva legislación anti-escapes de salmones
Frente a la masiva fuga de peces en el seno de Reloncaví, el segundo mayor escape de salmones ocurrido en Chile después que 690.000 ejemplares de esta especia carnivora escaparan desde un centro de cultivo de la transnacional noruega Mowi/ Marine Harvest, en la Isla Huar, las organizaciones y comunidades afectadas denuncian el secretismo y la impunidad que siempre acompaña a estos desastres ambientales y sanitarios.
Según el Centro Ecoceanos, esto se debe a que las regulaciones para la salmonicultura industrial están hechas a la medida de los intereses de las grandes compañías, y no de la protección de los derechos ciudadanos, y del patrimonio marino-ambiental del país.
Ejemplo de ello es el artículo N°118 de la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA) que le permite a las empresas salmoneras recuperar sólo 10 % de los peces escapados para no ser infraccionados.
Para las comunidades y organizaciones sociales, esta es tan sólo una cifra testimonial, no proporcional a la gravedad de estos desastres sanitarios, ambientales y sociales y ambientales. A su vez, no tiene base científica alguna que asegure que el 90% de los peces carnívoros no recuperados, no provocarán impactos negativos sobre la biodiversidad marina y las cadenas tróficas regionales.
Para ello las organizaciones ciudadanas y comunidades locales exigen en su declaración pública una serie de medidas inmediatas al Estado chileno, entre las que destacan:
-Que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), cese el secretismo después de tres semanas del escape, haciendo entrega pública de toda la información referida al número, biomasa y mortalidad de los salmones fugados.
-Que Sernapesca aplique estrictamente los plazos y exigencias legales para los casos de recuperación de los ejemplares escapados contempladas en la LGPA
–Acceso público a los resultados de la auditoría a los planes de prevención y manejo del centro de cultivo Caicura, en la perspectiva de cadución de su Resolución de Calificación Ambiental
-Categorizar a los salmones escapados como una plaga invasora, la que amenaza la biota local, y pone en riesgo el funcionamiento y la estructura de los ecosistemas acuáticos regionales.
-Establecimiento de un plan de monitoreo y fiscalización del área de escape y de los ríos y estuarios adyacentes, por al menos por tres años. Establecer un monitoreo científico independiente /externo que analize los impactos ambientales, sanitarios y sociales provocados por los crónicos escapes masivos de salmónidos en la región de Los Lagos, Aysen, y Magallanes
-Implementación de un programa de vigilancia epidemiológica sobre resistencia bacteriana en las regiones productoras de salmónidos de cultivo en el sur de Chile.
Además, las organizaciones llaman a la ciudadanía, organizaciones sociales, chefs, restaurantes, importadores y consumidores nacionales e internacionales a excluir al salmón químico de criadero industrial de sus compras, consumo y menú, debido a los destructivos impactos ambientales, sanitarios y laborales que está provocando el colonialista proceso de salmo-industrialización forzada de los territorios costeros del sur de Chile.