¿De capital del turismo a capital del salmón?
El posicionamiento de la industria salmonera en la comuna de Natales parece ser desenfrenado y arrollador, e incluso con un comportamiento “DEPREDADOR”. La falta de estrategia de desarrollo comunal favorece la expansión de esta industria, la cual busca posicionarse como una actividad económica en potencia, con prometedores pronósticos financieros a cambio de la explotación del recurso natural, patrimonial y cultural que posee la comuna de Natales. La industria salmonera se desarrolla sin mayores inconvenientes, la infraestructura portuaria privada se utiliza como punto de conexión de abastecimiento para buques con mayor capacidad de transporte de carga a través de la empresa NAVIMAG y KOCHIFAS, las cuales transitan por la ruta marítima que conecta las ciudades de Puerto Montt y Puerto Natales. Ambas empresas se adecuaron y han realizando diversas inversiones para satisfacer la demanda que les presenta la industria salmonera en la región de Magallanes; sin ir más lejos, la empresa NAVIMAG desde hace algunos años aumento en dos y en alguna oportunidad llego a tener tres frecuencias de viaje entre estas localidades; lo propio ha hecho la empresa KOCHIFAS pasando de la industria del turismo al rubro salmonero, adquiriendo nuevas embarcaciones y ampliando su capacidad portuaria en el sector de Puerto Bories, donde actualmente mantiene una concesión de litoral marítimo. En cuanto a la infraestructura pública (RAMPA COSTANERA) se utiliza como el punto de conexión entre la ciudad de Puerto Natales y la península Antonio Varas, donde el Estado de Chile realizó millonarias inversiones para concretar el ambicioso plan de conectividad denominado Chile por Chile, donde incluso el CMT (Cuerpo Militar del Trabajo) construyó una senda de penetración de más de 40 kms.; proyecto que finalmente no prosperó, y que se mantiene en el archivo de alguna oficina del Ministerio de Obras Públicas. Sin embargo, toda esta inversión pública está siendo explotada por la industria salmonera, ya que a través de estos caminos públicos se abastecen vía terrestre los centros de cultivos ubicados en la península Antonio Varas y las rampas portuarias sirven para la operación de embarcaciones de menor calaje (BARCAZAS), que le permiten introducir en forma expedita la carga de alimento para salmón e insumos necesarios a distintos centros de cultivo de salmón que mantiene la industria en la provincia de Ultima Esperanza. A esto debemos agregar, la falta de ordenanzas municipales e instrumentos de planificación territorial que le permiten construir bodegas de grandes dimensiones para el almacenamiento de alimento de salmón en los sectores periurbanos de la ciudad, aparcaderos de camiones de transporte de molienda de salmón al interior de la ciudad, predios destinados al acopio de materiales industriales en desuso derivados de las empresas acuícolas, etc. Sin duda, que la industria salmonera encontró un espacio territorial donde existen precarias condiciones de fiscalización, lo cual, le permite sin mayores cuestionamientos poder desplegar la logística necesaria de transporte de insumos por distintas arterias de la ciudad sin tener un control de pesaje a los vehículos de transporte de carga, sometiendo en forma permanente a los pavimentos a sobrecargas que deterioran día a día la infraestructura pública de la ciudad de Puerto Natales, descuidando las inversiones de conservación que ha realizado en los últimos años el gobierno regional de Magallanes.
Poco a poco, la industria salmonera comienza a cambiar la cara e identidad paradisíaca de la ciudad de Puerto Natales, apoderándose de los espacios comunitarios con la instalación de grandes bodegas de empresas contratistas, el sector de la costanera convertido en un corredor de transporte de carga de alto tonelaje (cada camión que transporta alimento de salmón sobrepasa los 30 mil kilos), concesiones de litoral marítimo que impiden el libre acceso a la playa con cierres perimetrales de más de 600 metros de largo destinados a la explotación industrial en el borde costero y, por cierto, un flujo marítimo incesante de barcazas en el canal Señoret que entorpecen la postal paisajística que caracterizaba a la ciudad turística de antaño.
La construcción de la Planta de procesos de salmón más grande de Chile de propiedad de la empresa Australis Mar S.A., viene a coronar la apropiación del territorio patagónico, construida a solo 1.1 km. del radio urbano de la ciudad a través de la ruta Y-340 (Camino a Dumestre) sector del borde costero, pero mucho más cercano a la expansión urbana que ha tenido la ciudad en las últimas décadas por calle Piloto Pardo, es más, al poco andar tendrá que convivir con un lote de 08 hectáreas adquirido por la Municipalidad de Puerto Natales, el cual será destinado a la construcción de 318 viviendas sociales y estará ubicado a solo 150 metros de la parte posterior de la megaplanta salmonera que se emplaza en un terreno de 07 hectáreas, es decir, ambos terrenos son prácticamente de la misma dimensión, distanciados por solo 150 metros, con usos diametralmente opuestos. La nueva instalación de la empresa Australis Mar S.A. rompe los esquemas tradicionales de industria que existían en la comuna de Natales, con plantas pesqueras de baja producción; esta planta esta fuera de serie, fuera de toda lógica, tendrá una capacidad de procesar 66 mil peces por día, con un peso de cosecha de 3 kilos por cada salmón, lo cual generará 80 mil kilos en forma diaria en desechos de cabezas, esquelones, vísceras y restos de materia prima que son eliminados mediante el procesamiento del salmón y que no son aptos para el consumo humano.
En consecuencia, la industria salmonera se apodera del territorio natalino, la indefinición de desarrollo comunal por parte de la administración municipal, traerá muchas más consecuencias a futuro, hoy somos testigos de la instalación de una megaindustria en un territorio prístino, donde la industria salmonera pretende buscar un nuevo polo de inversiones a costas del consumo indiscriminado de agua potable de 88 mil litros por hora de operación de la planta, equivalentes al consumo diario de una población de 21.200 habitantes, según lo establece el decreto supremo N° 594 del año 1999 en su artículo 14, el cual señala un consumo de agua potable de 100 litros diarios por persona. Un impacto asociado a la matriz energética con consumo eléctrico de 5 mega watts, equivalentes a la mitad del total de consumo eléctrico de la ciudad y, por ende, la compañía eléctrica EDELMAG deberá ampliar su capacidad de generación, aumentando significativamente el consumo de gas natural para el funcionamiento de sus generadores, no olvidemos lo acontecido el pasado 29 de junio, cuando la empresa GASCO S.A. distribuidora del suministro de gas natural en la región de Magallanes superó el peak de consumo histórico y parte de la ciudad sufrió el desabastecimiento por varias horas, debiendo solicitar a su principal cliente en Puerto Natales, la empresa EDELMAG, dejar de consumir gas natural para sus turbogeneradores y utilizar generadores a diésel, a fin de priorizar la demanda de consumo residencial, ya que por esos días la demanda de consumo del mencionado combustible estaba por sobre lo habitual, debido a las bajas temperaturas que se registraban en la provincia de Ultima Esperanza. El consumo eléctrico que solicita la empresa Australis Mar S.A. atenta gravemente con los programas de eficiencia energética que impulsa el gobierno en la región de Magallanes denominado (Magallanes 2050), el cual busca en forma permanente y prioritaria, disminuir el consumo de gas natural a través de la generación eléctrica para fortalecer las energías limpias y renovables, claro ejemplo de ello, es el nuevo parque eólico ubicado en el parque industrial Cabo Negro, provincia de Magallanes. Finalmente, encontramos la explotación del canal Señoret, con una aducción de agua de mar desde la planta de procesos de salmones ubicada en tierra, calculada en 6 millones de litros diarios para mantener a los peces en las piscinas de acopio de materia prima viva en su ingreso a la cadena productiva de la Planta de procesos, y que serán devueltos junto al agua potable suministrado por la sanitaria Aguas Magallanes con un aporte promedio de 2 millones de litros, el agua de mar adicional que ingrese a la planta a través del salmoducto, cada vez que se descarguen peces desde las embarcaciones Wellboat, y todos los residuos líquidos industriales (RILES) que se generen en el proceso productivo de la planta, los cuales serán descargados vía emisario submarino al mar a una distancia de 1.240 metros del borde costero y a 30 metros de profundidad, con un caudal máximo estimado en 940 mil litros por hora. Los números son lapidarios y seguramente el canal Señoret, que como bien lo dice su nombre es un CANAL, con baja recirculación de agua, y tendrá la difícil tarea de asumir y resistir las consecuencias derivadas de los intereses económicos de capitales extranjeros. La situación de pandemia por COVID-19 trajo como consecuencia la paralización total de la principal actividad económica de la provincia de Ultima Esperanza “EL TURISMO”, sumergiendo a trabajadores y empresarios en un manto de incertidumbre respecto del futuro laboral; un golpe de gracia para la industria salmonera, quien intenta convencer a los habitantes de la Capital del Turismo que su actividad es prometedora y no genera un impacto negativo en el ecosistema verde de la comuna de Natales, sino que, mas bien, produce empleo y sustentabilidad. Aparentemente, la industria salmonera olvida su cometido en la región de Los Lagos y Aysén, donde su paso fue devastador, con una explotación y contaminación del fondo marino sin precedentes, y donde en muchas localidades se hizo abandono de sus instalaciones, dejando a su suerte a miles de trabajadores y empresas contratistas, generando una crisis laboral y social de la cual el Estado de Chile tuvo que hacerse cargo con más de 6.000 mil millones de dólares de inversión con el objetivo de potenciar otras actividades económicas. En forma paralela, muchas de las empresas de firmas extranjeras se declararon en quiebra total luego del ataque del virus ISA en sus centros de cultivo de salmones, que por cierto, también ha afectado a algunas instalaciones pertenecientes a la ex empresa ACUIMAG, ubicadas en la provincia de Ultima Esperanza hace algunos años atrás; para finalmente desembarcar con otros giros comerciales e inversionistas en la región de Magallanes, con las mismas promesas y prácticas del pasado, comprando conciencias y mostrando eufóricos empleados con perfiles de gerentes corporativos. Así las cosas, se puede analizar a la industria salmonera según su curriculum vitae, y la realidad operativa de esta industria en Chile, demuestran que es una industria invasiva y que tiene “fecha de vencimiento“; que una vez explotado el fondo marino y el recurso natural necesario para su operación, harán abandono del territorio dejando severas y profundas crisis socioeconómicas, con un entorno natural destruido y abandonado, con daños medio ambientales irreversibles, con una actividad turística DEPREDADA sin poco o nada que ofrecer al visitante. ¿Qué haría pensar a los habitantes de la comuna de Natales que el cometido de la industria salmonera sería distinto?. Lamentablemente será igual, el aparato fiscalizador del Estado no funciona, las instituciones encargadas de poner orden al ejercicio de la industria salmonera no están a la altura, la legislación ambiental en Chile es muy liviana, y las firmas extranjeras propietarias de estas industrias contratan staff de abogados especialistas en legislación ambiental, con el propósito de evadir la normativa legal vigente y de esta forma lograr que todo siga funcionando como a ellos le acomode. El ejemplo más gráfico para evidenciar falencias en el aparato fiscalizador del Estado podemos mencionar a SERNAPESCA, institución que no cuenta con el recurso material y humano para desempeñar su rol fiscalizador, posee una embarcación para toda la región de Magallanes, algo insólito pero cierto; esto quiere decir, que cuando se quiere fiscalizar los centros de cultivos de salmones, primero la autoridad fiscalizadora de SERNAPESCA golpea la puerta de la empresa salmonera, solicita el transporte marítimo al privado para ver la posibilidad del traslado a los centros de producción de engorda, dependiendo de la respuesta, acuerda el día y la hora de la fiscalización para que pueda desarrollar su trabajo. Definitivamente esto pasa sólo en Chile y no en Noruega, por eso las empresas salmoneras están en Magallanes.
De aquí a un futuro muy próximo se marcará un precedente, comenzará la explotación a gran escala de los canales australes concesionados a las industrias salmoneras, la ciudad de Puerto Natales verá la puesta en servicio de la planta de procesos de salmón más grande de Chile explotando en sus narices el agua del canal Señoret, con niños jugando muy cerca de la planta pesquera y donde más de una autoridad local ira a cortar la cinta tricolor y celebrar con copa en mano el nuevo emprendimiento.