Se cumplieron 40 años del disco “Clics modernos” de Charly García
Este 5 de noviembre, el segundo disco solista de Charly García (Clics Modernos) del que se extraen canciones como Los dinosaurios, Estoy verde y Nos siguen pegando abajo (Pecado mortal).
Creo que nadie comparó con mayor lucidez sociológica a la juventud de los 80 (“y mientras todo el mundo sigue bailando”) con la de los 70, la de los desaparecidos (“se ven dos pibes que aún siguen buscando encontrarse por primera vez”).
Se han cumplido 40 años de uno de los mejores discos del Rock Argentino y de la gran trilogía que creó Charly García durante los años 80 (Yendo de la cama al living, Clics modernos y Piano Bar).
El álbum fue grabado y mezclado en Nueva York y todos los temas fueron compuestos por García. El álbum tenía previsto llamarse Nuevos Trapos, pero finalmente le encontró otro nombre gracias a un graffiti de una esquina de N.Y.
En ese momento es Clics Modernos y La dicha del movimiento de Los Twist, son los discos que “le cambian la cara” al rock argentino, que venía “siempre de muchos barbones, hippones, con mensaje” y pone a bailar a los trasandinos, recuerda Sergio Marchi, autor de la biografía de Charly García, No digas nada, publicada en 1997.
En 2007, en un reportaje que rescató Infobae, el músico argentino recordaba esos días de esta manera: “El arranque del disco fue así: voy a los estudios Electric Lady y les digo: ‘Quiero alquilar The Best, alquilarlo‘.
El dueño me dice: ‘¿Tu padre es rico o qué? ‘. Yo le muestro la plata y me pregunta: ‘¿Un café?’, además de darme una lista de ingenieros, el último de los cuales era Blaney”.
Clics Modernos también fue clave fuera de los reproductores de música y las radios, ya que el argentino lo presentó con una serie de conciertos realizado en diciembre de 1983 en el estadio Luna Park, acompañado de una banda que hasta el día de hoy es recordada: los G.I.T, Pablo Guyot en guitarra, Alfredo Toth en bajo, Willy Iturri en batería; Daniel Melingo, cofundador de Los Twist e integrante de Los abuelos de la nada; Fito Páez en teclados y Fabiana Cantilo en coros.
“La presentación fue muy moderna, solo con un velador, que prendía y apagaba. Charly pidió luces blancas y el iluminador, José Quaranta, le dijo: ‘No, necesitamos luces rojas también’. Con eso hizo una puesta muy simple, muy poderosa y muy moderna. Estaba muy adelantando en esa época. El mejor Charly”, relata Sergio Marchi.
Sin lugar a dudas es una de las mejores producciones de los años 80 en Argentina y fue uno de los discos que nos invitó a bailar con su música y a pensar con sus letras.
Por: Juan Salvador Miranda V.