• 27 de abril de 2024

TENIENTE JULIO GALLARDO DONOSO, “Primer Aviador de Carabineros”

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Autor.- Héctor Alarcón Carrasco Instituto de Investigaciones Históricas Aeronaúticas de Chile.

Julio Gallardo Donoso fue desde su niñez un joven emprendedor y lleno de proyectos. Había nacido un 7 de enero de 1918 en la placidez pueblerina de Putaendo, donde sus padres tenían un fundo, en el que en sus días libres cooperaba en las labores agrícolas: allí aprendió esos viejos dichos campechanos que solía intercalar en sus conversaciones de amigos y que le reflejaban como un hombre abierto, sencillo, recto en su proceder y con un gran sentido de responsabilidad, como suelen ser los hombres amantes de esta tierra y sus tradiciones. Había cumplido sus estudios en el Internado Nacional Barros Arana, pasando luego a la Escuela de Artes y Oficios.

Activo cultor estudiantil del canto coral, conoce en esa actividad a la que posteriormente habrá de ser su esposa, la entonces joven estudiante de la Escuela Normal “Abelardo Núñez”, Elena Goldsack Blanco, la que habrá de apoyarlo férreamente más tarde en sus inicios para el logro de sus más claros ideales. Teniente de Carabineros Julio Gallardo Donoso

LOS COMIENZOS

Gallardo ingresó a la Escuela de Carabineros el año 1939. El 5 de octubre del año siguiente es nombrado Brigadier de Carabineros, (grado con el cual se egresaba de la Escuela en esos años), siendo destinado para la práctica policial a la Cuarta Comisaría Santiago, conjuntamente con su amigo el Brigadier Rafael Cepeda Pomareda, a quien ya había logrado interesar en sus ansiados proyectos aéreos. Corría el año 1941, cuando por intermedio de la Dirección General de Aeronáutica Civil se da a conocer una oferta para hacer cursos de piloto civil en los Estados Unidos.

Naturalmente tan singular noticia incitó a que Gallardo y Cepeda se apresuraran a presentar la solicitud respectiva, la que naturalmente fue rechazada por el hecho de no contar con el principal requisito, es decir: ser “civiles”. Esta situación no arredró a nuestros postulantes, quienes previas consultas, pidieron un pronunciamiento a la Contraloría General de la República, la que informó favorablemente, ya que Carabineros pertenecía al Ministerio del Interior. Por lo tanto sus integrantes no podían ser considerados militares. Con la respuesta favorable de la Contraloría y por consiguiente con la aprobación de la Dirección de Aeronáutica, elevaron ambas solicitudes a la Prefectura, apoyados por el Comisario de la Unidad, que quería dar una mano a aquellos jóvenes oficiales que miraban con aspecto futurista el desarrollo de Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 107 los servicios institucionales.

No obstante, el natural ímpetu juvenil podía más que cualquier negativa y optaron por hacer la petición directamente a la Dirección General de Carabineros. Dirigía los destinos de la Institución el Sr. General Director don Oscar Reeves Leiva, quien teniendo los antecedentes en sus manos, hace citar a ambos peticionarios a su despacho y en pocas palabras les hace ver que por ser una materia tan especial y no teniendo Carabineros atingencia alguna con la actividad aérea, no puede acceder a lo solicitado, pero los autoriza para que hablen con el Sr. Ministro del Interior, quien debería resolver definitivamente la situación. En el intertanto, Gallardo y Cepeda habían rendido los exámenes correspondientes para postular al curso, pero el día de la selección, motivos ineludibles del servicio les impiden concurrir a la entrevista final, con cuya ausencia pierden definitivamente sus posibilidades de optar a una formación aérea en el país del Norte.

UNA NUEVA TENTATIVA

Terminado el período de práctica policial y ya convertidos en flamantes subtenientes, el año 1939, Gallardo y Cepeda con su compañero de promoción Pedro Rusque Adrián, fueron trasladados a Concepción. Su arribo a dicha ciudad no puede ser menos doloroso; el terremoto que asoló Chillán ese año ha dejado en ruinas toda la región del Bío-Bío. No había estación ferroviaria, las calles estaban destrozadas y por todos lados se veían edificios derruidos. La Quinta Comisaría, donde es destinado Gallardo, funcionaba en una vieja y mal avenida casona de la calle Castellón, lugar donde hoy se levantan los Tribunales de Justicia. Allí, Gallardo inicia una nueva fase en su planificación para llegar a ser piloto: “Van a ver –decía-; llegará el día en que Carabineros tenga su aviación propia. Los tiempos así lo exigen. Los aviones podrán ser blancos y tendrán las Carabinas cruzadas como símbolo.

No importa que en Concepción no pueda hacer el curso por razones económicas, pero yo aprendo a volar aunque sea por correspondencia, y ¡me verán volar!...” El Club Aéreo de Concepción parecía ser el medio propicio para realizar el curso de piloto, pero está de por medio el factor económico y además la Superioridad de Carabineros dispone su rápido traslado a Coronel. Por tal razón a Gallardo no le queda otra solución que inscribirse definitivamente en un curso por correspondencia en la entonces conocida “National School”.

CURSO DE PILOTO

El año 1943 sorprende con un nuevo traslado a la Capital al joven Gallardo, ya convertido en Teniente desde el 16 de noviembre del año anterior. Indudablemente éste habrá de ser un año de muchas satisfacciones, ya que ingresado al Club Aéreo de Santiago logra por fin integrar el curso de pilotos que se inicia en el mes de octubre.

Un total de 49 alumnos figuraron en la nómina del curso, que contaba entre sus instructores al conocido corredor de autos y piloto aéreo Aladino Azzari, quién siendo un gran amigo de Carabineros, se interesó especialmente por la formación de tan singular alumno. Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 108

PRIMEROS VUELOS

Los años y el olvido han logrado dejar en la oscuridad los primeros vuelos de Julio Gallardo, que acontecen entre los meses de noviembre y diciembre de 1943, entre clases teóricas y prácticas bajo la atenta mirada de los instructores que muchas veces deben dar “una manito” para trasladar los aviones fuera de los hangares y ponerlos en la pista. Casi tres meses duró la instrucción, hasta que una soleada mañana del día 22 de diciembre los alumnos rinden en Los Cerrillos, las pruebas finales del curso que les permitirá obtener los ansiados brevets y la piocha respectiva, que los distinguirá como flamantes “Pilotos de Turismo”.

Pasado del mediodía, luego de cumplidas la totalidad de las pruebas, con la asistencia de numeroso público y con la presencia de S.E. el Presidente de la República don Juan Antonio Ríos, y del Comandante en Jefe de la FACH, se da inicio a la ceremonia oficial de entrega de piochas y brevets. Anverso del modelo de piocha de Piloto de Turismo en metal con fondo de galatita azul oscuro. (Modelo usado entre 1937-1964, año en que cambia la denominación al nombre de origen de los clubes. Ej. Club Aéreo de Santiago). Reverso lleva dos pernos con las tuercas correspondientes para prenderlo al uniforme. El fondo en galatita se encuentra quebrado, no obstante, tiene aún la parte central. Largo de las alas en metal:90 mm. Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 109 El masivo acto, pues era la primera vez en que tantos pilotos se habían graduado47. “El acto se inició con el desfile del abanderado del Club Aéreo. Los nuevos pilotos Rindieron homenaje al emblema nacional, mientras la Banda del Grupo de Defensa Antiaérea ejecutaba el Himno Patrio. En seguida. Pronunció una alocución el secretario general del Club Aéreo de Chile, señor José Claro Vial, quien se refirió a la importancia de la entrega al país de 46 nuevos pilotos, quienes prestarán sus servicios en la paz, y también pueden servir a su patria en la guerra. Agregó que el aprendizaje lo habían hecho estos alumnos en los aviones adquiridos con el producto de la colecta "Alas para Chile”, y agradeció en la persona del Presidente de la República la ayuda de la ciudadanía para esta causa. Agradeció asimismo, toda la ayuda prestada pon el Gobierno a las labores del Club Aéreo de Chile. Luego se procedió a entregar sus brevets y piochas a los pilotos. Primero los recibieron las dos únicas mujeres que siguieron el curso, las señoritas Silvia Campos y Violeta Haniez.

Después se les entregó a los varones. Entre ellos, cabe destacar al Teniente de Carabineros señor Julio Gallardo; al automovilista señor René Astorga y al funcionario de la Presidencia de la Presidencia de la República, señor Eduardo Ibieta. La entrega de los documentos fue hecha personalmente por el Excmo. señor Juan Antonio Ríos, quién felicitó a cada uno de los pilotos. También Intervinieron el Ministro de Defensa y demás personalidades que acompañaban a S. E. en tribuna de honor”. Los numerosos alumnos de ese curso, vestían un albo traje de una pieza y luciendo el típico “coscacho”, que identificó durante décadas a nuestros pilotos civiles, habían recibido sus acreditaciones. Cuando le correspondió el turno al “Piloto de Turismo” Julio Gallardo Donoso, este sorprendió a la concurrencia al presentarse ante la tribuna oficial luciendo su flamante uniforme verde de Teniente de Carabineros de Chile, distinguiéndose entre los demás alumnos que vestían de impecable mameluco blanco.

Por los altoparlantes se hizo presente que el uniformado era el primer piloto surgido desde las filas de Carabineros, motivo por el que el Presidente Ríos, lo felicitó con especial atención. S.E. el Presidente de la República felicita al diestro piloto Teniente Julio Gallardo Donoso 47 “El examen de los alumnos comenzó a las 7 horas de ayer, en el aeródromo de Los Cerrillos, y alcanzó un resultado que se puede calificar de brillante. Cuarenta y seis muchachos jóvenes, en aviones “Aeronca”, comprados con el producto de la colecta “Alas para Chile”, rindieron satisfactoriamente todas las pruebas. Según se nos informó en la propia cancha, esta es la primera vez que se recibe de piloto civil, en nuestro continente, un mayor número de alumnos de esta especialidad.” Diario La Nación, jueves 23 de diciembre de 1943. Pág. 14 Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 110

EL CLUB AEREO DE PUERTO NATALES

Ya Gallardo ha logrado su principal objetivo: ser piloto de turismo, ahora está en condiciones de conquistar el cielo, finalmente puede observar Santiago y sus alrededores desde el aire libremente, sin ataduras, ya puede decir que se ha dado el primer paso para lograr que la aviación pueda integrarse a Carabineros. Pero rápidamente la Superioridad de Carabineros lo hace volver a la realidad. Se ha dispuesto su traslado a la 2da. Comisaría Puerto Natales, austral poblado donde el viento arrecia y la nieve cubre con sus albos mantos los campos de la región.

Natales era uno más de los poblados que luchaban por salir de su aislamiento. Su mayor fuente de trabajo lo constituían los frigoríficos de la región. La mercadería, el correo y todo el abastecimiento llegaba, preferentemente, vía marítima. Allí, Gallardo vislumbra que la solución para ese aislamiento no puede ser otra que sentar las bases de un club aéreo. Ágilmente comienza la pionera campaña para dar vida al nuevo Club. Así las cosas, los lectores del diario “El Austral” de Puerto Natales en su edición del día 13 de julio de 1945, eran sorprendidos con el siguiente aviso en primera página: “SE TRATA DE FUNDAR UN CLUB AEREO Mañana sábado 14 a las 16 horas, en el casino de oficiales de la Segunda Comisaría, se realizará una reunión con el objeto de cambiar ideas sobre la organización de un Club Aéreo. Esta reunión se efectuará por iniciativa del Teniente de Carabineros don Julio Gallardo Donoso, y estarán invitados a ella los miembros de la prensa y personas representativas de la localidad.” En esta primera reunión, Gallardo expuso a los asistentes sus deseos de que en Puerto Natales, al igual que en otras ciudades del país, se fundara un Club Aéreo, para fomentar las actividades de la aviación y formar al mismo tiempo pilotos civiles como él, entre la juventud que se interesara por esta materia.

ALFONSO CUADRADO MERINO

Junto con destacar la labor del teniente Julio Gallardo, en pro de la aviación en ese lejano poblado, es necesario destacar también la labor realizada por el Aviador Alfonso Cuadrado Merino (sobrino de Arturo Merino Benítez), pionero de los vuelos comerciales a la región.

Por su calidad de jefe de LAN en Punta Arenas, se encontraba interesado en ubicar terrenos aptos para la construcción de una pista de aterrizaje que permitiera efectuar vuelos entre Punta Arenas y Natales. Con tal objeto, Cuadrado Merino arriba por tierra a Natales el 19 de julio de 1945. Allí toma contacto con Julio Gallardo, el que de inmediato se ofrece para acompañar a tan distinguido visitante, y es así Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 111 como montados en caballares de la unidad, recorren durante más de tres días los sectores de la región que por su configuración parecen ser los más apropiados para la construcción de la pista. Luego de visitar diversos lugares, Cuadrado y Gallardo eligen un potrero de propiedad de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, ubicado a 8 kilómetros de la ciudad, camino a Puerto Bories, el que por sus características de planicie presentaba posibilidades de ampliación a futuro. Esta situación es informada por Cuadrado a la jefatura de LAN en Santiago, mediante oficio N° 152, de fecha 4 de agosto de 1945, en el que se da cuenta también de su visita a otros lugares de la región. No fue fácil lograr que la Sociedad Explotadora autorizara la construcción de la pista. Tuvo que venir de Buenos Aires el administrador general para que luego de reunirse con Cuadrado y Gallardo diera el pase para el inicio de los trabajos.

Estos trabajos preliminares realizados en pro de la aviación de la Patagonia, como la pista de Puerto Natales, son parte de lo que realizo don Alfonso Cuadrado Merino, quien aparte de haber volado por esa región, tenía un gran sentido por el devenir de la historia aérea, sentimiento que volcaría años más tarde cuando en compañía de don Sergio Barriga Kreft, Cyril Halley-Harris Mc Donald y del Coronel Enrique Flores Álvarez funden en Santiago el INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICO AERONAUTICAS DE CHILE, entidad que con el correr de los años ha logrado ser un referente histórico que ha trascendido no sólo en Chile, si no que ante sus similares de otros países de la región.

FUNDACION DEL CLUB AEREO

En una nueva reunión se acuerda fundar el Club Aéreo de Puerto Natales el día 20 de agosto, nombrándose la Comisión Organizadora, que queda integrada con Julio Gallardo como Presidente; René Adema Gallardo como Secretario; como Asesor el ex oficial de Carabineros Amarante Valverde y como Propagandista, el periodista Osvaldo Wegmann Hansen.

Habiéndose dado término a la fase de propaganda e integración de los adherentes necesarios, el 20 de agosto de 1945, en los salones de la Ilustre Municipalidad y bajo la presidencia del Teniente Gallardo, el Club Aéreo se constituye en sesión solemne, con la asistencia de todas las autoridades de la localidad. ACTA DE FUNDACIÓN “En Natales a veinte días del mes de agosto del año mil novecientos cuarenta y cinco, siendo las dieciocho horas y treinta minutos en los salones de la Ilustre Municipalidad, se constituyó en sesión solemne el Comité Pro-Organización del Club Aéreo Natales y los simpatizantes de esta naciente Institución. Siendo presidida por el Teniente de Carabineros y Piloto Aviador de Turismo don Julio Gallardo Donoso, con asistencia de todas las autoridades del pueblo. Se rindió un cálido homenaje al Primer Soldado de Chile y fundador de la nacionalidad chilena don Bernardo O’Higgins y en su nombre, como una esperanza para la Patria, después de los acordes del Himno Nacional, el Teniente señor Gallardo declaro fundado el Club Aéreo Natales, siendo las dieciocho horas y cuarenta y cinco minutos. Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 112 En breves palabras el señor Presidente del Comité Pro-Organización del Club Aéreo declaró aceptados los postulantes a socios de esta institución y les confirió el derecho a elegir sus representantes antes las autoridades y ante la Ley.

En medio de aplausos y gran entusiasmo de los asistentes se nombró Presidente Honorario del Club al señor Gobernador del Departamento don Humberto Jara Sánchez. Acto continuo, por aclamación y con grandes demostraciones de simpatía se eligió el siguiente Directorio Activo: Presidente el doctor de Carabineros Humberto Retamal Vicepresidente ex Profesor de Carabineros David Canobra Secretario René Adema Gallardo Pro Secretario Sr. René Mansilla Toro Tesorero Constantino Gafo Director Técnico Teniente de Carabineros Julio Gallardo Consejero Ex Oficial de Carabineros Amarante Valverde. Como a esta reunión fue invitado el Jefe del Servicio Aéreo de la región Alfonso Cuadrado Merino, el señor Presidente pidió al señor Cuadrado diera una charla acerca de su especialidad aeronáutica y del apoyo que tendría el Club Aéreo del servicio bajo sus órdenes. El señor cuadrado se refirió, especialmente al problema Aeródromo y manifestó que sería una realidad a corto plazo, lo que constituiría también un éxito para este Club, por cuanto la Línea Aérea Nacional tiene un especial interés que los Clubes Aéreos de Chile marchen juntos a este servicio a fin de que los problemas de la zona puedan ser solucionados con mayor facilidad. Se levanta la sesión a las diecinueve horas con cuarenta y cinco minutos (Fdo.).- Humberto Retamal Valenzuela, Presidente – René Adema Gallardo, Secretario.- ” Recorte del Diario El Austral de Puerto Natales Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 113 No deja de ser importante el trabajo realizado por el teniente Julio Gallardo, pionero de la aviación institucional, quien gracias a su gestión de organizador y su visión de la importancia que tendría la aviación para sacar del aislamiento a esas lejanas tierras patagónicas, lograba crear un Club Aéreo que colaboraría en la difusión de esta actividad, en una época en que recién la Línea Aérea Nacional LANCHILE, comenzaba a buscar lugares, tanto para sus instalaciones como los campos aéreos necesarios para el despegue y aterrizaje de sus aeronaves.

POLICIA AÉREA

Cabe dejar constancia también que Gallardo realizaba en forma personal estas materias en Carabineros, ya que el Club Aéreo de Carabineros será fundado recién el 16 de junio de 1948.

Durante su permanencia en Natales, el teniente Gallardo concluye un trabajo que llamó “Proyecto de Reglamento para Policía Aérea”, basado en las disposiciones del Reglamento de Aeronavegación, el que remitió a la Dirección General de Carabineros, con el objeto de que se estudiara la participación de la institución en la fiscalización del tránsito aéreo. Por fin el 27 de enero de 1946 se inaugura oficialmente el campo aéreo de Natales, como parte de las Fiestas de la Primavera, que organizara el Club Aéreo, con el fin de reunir fondos para pagar los gastos originados por la construcción de la cancha. Durante todo este tiempo se efectúan vuelos populares para incentivar a la ciudadanía a colaborar con su magna obra. Así el naciente Club llega a su primer año de vida. El esfuerzo y el tesón de los socios del Club Aéreo tiene su recompensa por fin.

El día miércoles 25 de septiembre de 1946, Línea Aérea Nacional inaugura su servicio comercial Punta Arenas-Puerto Natales en un avión Lockheed Electra de la Posta Austral. Diez adultos y una niña realizan el histórico primer vuelo, cuyo valor por persona alcanzaba a la suma de trescientos pesos de la época.

SU LABOR POLICIAL

Cuando ya el Club Aéreo de Natales se perfilaba como una obra interesante que comenzaba a dar sus frutos en beneficio de la comunidad, Gallardo es trasladado nuevamente a Santiago, donde éste da inicio a un curso por correspondencia de radio y televisión, rama que tiene una vital importancia en la actividad aérea.

Este curso le entrega múltiples conocimientos sobre estos medios de comunicación, los que habrá de volcar a mediados de 1952, en un completo trabajo llamado “Elementos de Trabajo del Servicio de Radiopatrullas”, en el que luego de efectuar un análisis sobre ese servicio, incluye temas relacionados con elementos de radio, locomoción, sistema especial de transmisión de ondas, uso de una red telefónica policial y finalmente el servicio en provincias de los carros radiopatrullas. Destinado a la Tenencia de la Población Nogales, desarrolla una intensa labor policial. En su sector el Padre Hurtado ha construido el Hogar de Cristo, obra que se proyecta como una luz sobre ese barrio agitado, cuya vida se desenvuelve entre la Estación Central y el Zanjón de la Aguada. Para muchos es el otro Barrio Chino.

Allí conoce al Padre Hurtado, el que en poco tiempo se convierte en su consejero espiritual, con el comparte muchos momentos agradables y por supuesto que la acción policial está siempre pronta a servir de protección a la hospedería y otras instalaciones que se levantan al costado de la calle General Velásquez. Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 114

NACE EL CLUB AEREO DE CARABINEROS

El año 1948, ya hay en Carabineros varios Pilotos de Turismo, entre los que se cuentan Gallardo Donoso, los Tenientes Mauricio von Teuber Stevens, Sergio Márquez Molina, René Barrera Vásquez, el Capitán Guillermo Fuentes Besoaín y otros tantos en provincias como en la capital, los cuales se hallaban en contacto permanente. Entre ellos nace el impulso inicial para llegar a la formación de un Club Aéreo Institucional y un 16 de junio de 1948, contando con la autorización del Sr. General Director de la época, don Reynaldo Espinoza Castro, fundan el Club Aéreo de Carabineros, cuya finalidad sería la de “fomentar dentro de la Institución el gusto y uso del transporte aéreo, organizando cursos de pilotaje y perfeccionamiento, y un servicio aéreo-policial.”, como quedó impreso en el acta de fundación. Se elige entonces una directiva provisoria integrada por el Capitán Guillermo Fuentes Besoaín como Presidente y Julio Gallardo, como Vicepresidente. Así, débilmente nacía del cascarón un Club Aéreo lleno de ilusiones y esperanzas.

El futuro esperaba mucho de él, y sus integrantes deberían luchar arduamente para lograr su meta. El 15 de julio se nombra la directiva definitiva, encabezada por el Capitán Fuentes, siendo elegido como Director Técnico el Teniente Gallardo hasta enero de 1949, fecha en que es designado para integrar la Comisión de adquisición de Material de Vuelo. En esos días ya se había echado a andar la iniciativa de efectuar un gran Festival Aéreo en el Estadio Nacional, con el objeto de reunir fondos para la adquisición de los primeros aviones. Si el trabajo fue mucho, el éxito lo fue aún más. Sesenta mil personas coparon las graderías del Estadio Nacional en ese inolvidable 16 de junio de 1949. El Club cumplía un año de vida y ya se proyectaba a la comunidad y ésta le brindaba su apoyo incondicional. El 24 de junio, Gallardo es elegido Tesorero del Club y le corresponde integrar la comisión que deberá estudiar la adquisición del material de vuelo. Integran además esta comisión el Teniente René Barrera y el Capitán Mauricio von Teuber, que la comandaba. Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 115 Ya a fines de mes, la Comisión se pronunciaba por la compra de aviones “Cessna”. adquiriendo en los EE.UU. un cuadriplaza 170 y un monoplaza 140, los que son traídos en vuelo desde ese país por pilotos del Club.

Por esas cosas del destino Gallardo no integra la avanzada; falleciendo en Colombia el Teniente Barrera, que venía volando el monoplaza. El 22 de agosto de 1949 arriba el Cessna 170 a Santiago. Eran cerca de las 15:30 horas cuando el Teniente Gallardo acompañado del Teniente Sergio Márquez Molina, en un Aeronca toman rumbo al norte para salir al encuentro del primer avión del Club, el que avistan a la altura de San Felipe, aterrizando ambas aeronaves en la losa de Los Cerrillos momentos más tarde. No obstante, el regreso de los aviadores no es feliz. En la inmensidad del silencio ha cerrado para siempre sus ojos un amigo de muchas jornadas, por lo tanto, aquello que debería haber sido una alegre recepción, se torna en una sencilla ceremonia en que se recibe el material aéreo, que luego es guardado en un hangar facilitado por la FACH. Posteriormente el avión es sometido a revisión en el Grupo de Transporte de la Fuerza Aérea de Chile.

UN ACUERDO IMPORTANTE

En sesión del 3 de enero de 1950, el Teniente Julio Gallardo efectúa una proposición que habría de tener un profundo significado para el Club. Para él, éste era una prolongación de Carabineros y por lo tanto pensaba que todo el personal que quisiera pudiera ser socio, no necesariamente para llegar a obtener el título de piloto, sino que para fomentar este deporte y gozar de sus beneficios de transporte, en caso de emergencias o cualquier situación que hiciera necesario el uso de un avión.

Asimismo, proponía el derecho a voz y voto de los futuros integrantes, lo que fue aprobado en principio y no obstante haber sido discutida en sesiones posteriores, finalmente la idea tuvo su aprobación, con lo que se logró un mejor financiamiento para las diversas actividades de la institución. En esa misma sesión, se nombró una delegación para concurrir a un gran festival aéreo en la localidad de Pucón, a la que concurrieron la mayoría de los clubes del país, reuniéndose más de ochenta máquinas. En esta delegación el Club envía varios pilotos, siendo Gallardo uno de ellos. Aunque no se logra obtener puestos de relevancia, la concurrencia a este evento sirve para intercambiar ideas con los representativos de otros clubes y estrechar lazos de amistad con pilotos que sustentan los mismos ideales.

Durante el mes de octubre de ese mismo año, con motivo de un Paperchase que se llevó a efecto en la Escuela de Carabineros, en el cual estuvo presente como invitado de honor S.E. el Presidente de la República Gabriel González Videla; Gallardo con el Teniente Garcerán Monje fueron designados para sobrevolar el lugar en un avión Aeronca, desde el cual lanzaron un mensaje del Club al Presidente en un pequeño paracaídas que ostentaba el emblema de Carabineros.

EL ÚLTIMO VUELO

A fines de marzo de 1953, Gallardo recibe una orden poco usual. Deberá prepararse para trasladar, en fecha próxima, a la ciudad de Concepción al Director General de Carabineros Jorge Ardiles Galdames, Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 116 por tal motivo deberá efectuar vuelos de práctica, para estar en las mejores condiciones cuando tenga que cumplir la misión. Sus años como piloto y sus condiciones humanas, indudablemente habían pesado en esta decisión, que tenía una vital importancia, especialmente en tiempos en que no era frecuente que los jefes superiores hicieran uso del material de vuelo, para el cumplimiento de asuntos del servicio.

Gallardo, consciente de su responsabilidad, comienza una activa preparación durante los fines de semana realizando vuelos por los alrededores de la capital; casi siempre con un acompañante practicaba vuelo rasante, aterrizajes y situaciones de emergencia que pudieran serle útiles en un vuelo de esa naturaleza. El día 3 de abril, nuevamente se dirige al aeropuerto Los Cerrillos con el fin de continuar su práctica; es Viernes Santo, le acompañaba en esta ocasión Jorge Riveros Ibarra, jefe de prensas de Zig-Zag, a quien lo unían lazos familiares y con el que acostumbraba salir a volar. A su llegada al sector de los hangares se encuentran con la sorpresa de que se preparan a despegar algunos planeadores que practican para un festival que se realizaría al día siguiente, lo que demora la salida del avión de Gallardo. Despejada la pista, en el hangar del Club el Aeronca está preparado para el despegue.

Como una manera de precaverse, Gallardo quita el timón de mando del asiento trasero, que se ocupaba en vuelos de instrucción; indica a su acompañante que no debe tocar los pedales, una última revisión visual y comienza el carreteo hasta el cabezal. Son las 16:30 horas cuando Gallardo, dando toda la potencia necesaria al motor inicia el despegue. Una vuelta sobre el aeropuerto y éste comienza a desaparecer de la vista; el Aeronca se eleva hasta lograr la altura deseada y toma rumbo norte. Los Andes se presentan majestuosos a la vista de los viajeros, la nieve en los altos picachos es un saludo emocionante de la naturaleza. Los cerros de la precordillera santiaguina van quedando atrás, repentinamente Gallardo realiza un movimiento de alas; más allá un descenso repentino. Esta situación le parece extraña a Riveros, piensa para sí cual es el motivo de estas “bromas”; luego recuerda que el piloto está en un período de práctica especial, por lo que se tranquiliza y no le da mayor importancia a este hecho.

Pasado Colina, Riveros pregunta la altura: mil metros es la respuesta ¿Y la cuesta de Chacabuco? Vuelve a preguntar el primero. A más de mil quinientos, responde Gallardo. Lentamente se van acercando a la cuesta. Gallardo no puede darle la altura necesaria al avión, por lo que se decide a pasar por un sector más bajo, ubicado en el lado derecho de los cerros. Superada la situación, el piloto sobrevuela el sector de Los Andes, San Felipe y Putaendo, haciendo el acostumbrado vuelo sobre su tierra natal; luego se dirige a Los Andes y allí aterriza con el objeto de hacer combustible. Realizada la maniobra, emprende el vuelo de regreso a Santiago. Son las 17:20 horas cuando el Aeronca despega rumbo al sur. Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 117 El vuelo se realiza sin alteraciones; de improviso, luego de haber volado unos diez minutos, Riveros se da cuenta que el avión comienza a perder altura. Gallardo, sin perder la calma y sin decir nada a su acompañante, trata infructuosamente de sacarlo de esa posición, pero sus esfuerzos son inútiles. Riveros entretanto, al ponerse el cinturón de seguridad ve acercarse rápidamente el suelo sin vislumbrar donde se podría intentar un aterrizaje de emergencia; el paisaje está formado por pequeños montículos y piedras dispersas. Luego un golpe y pierde el conocimiento.

Personal de Carabineros del Control Chacabuco y un solitario motorista que circulaba por el sector fueron los primeros en observar la caída del Aeronca CC EPB N° 0329. Cuando llegaron al lugar, llamado quebrada de Los Morteros, se encontraron con un triste espectáculo, el avión caído y apoyado en él un sobreviviente: era Jorge Riveros, que totalmente choqueado logró salir de la máquina. Gallardo, rotas sus alas, descansaba en el asiento delantero de la máquina, diez años de vuelo descansaban para siempre a los pies de la cordillera; el sueño de su vida lo había llevado a la eternidad; el hijo, el esposo, el padre, emprendía el vuelo final a la inmensidad del espacio y para siempre. Diario La Nación, sábado 4 de abril de 1953 Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 118 Años más tarde, y a miles de kilómetros del cual el verde Ícaro había caído, llegaría el reconocimiento al piloto pionero que en una sobria ceremonia realizada al mediodía de sábado 20 de marzo de 1971, en el aeródromo de Puerto Natales, con la presencia del Prefecto de Punta Arenas Crl. Luis Fuentealba Castro; Jefe de la Brigada Aeropolicial Tte. Coronel Germán Sanhueza Romero; autoridades civiles, militares, del Club Aéreo local y de Punta Arenas y público en general, se descubría una placa recordatoria que con justicia, llevaría el aeródromo: “Teniente de Carabineros Julio Gallardo Donoso”.

La ceremonia iniciaba con los honores de reglamento a las autoridades, rendidos por personal de la Segunda Comisaría “Puerto Natales”, para en seguida, izar el pabellón a los acordes del Himno Patrio, ejecutado por la Banda de Guerra del Regimiento de Caballería N° 5 “Lanceros”. (Fotografía gentileza de nuestro Socio, General de Carabineros (R) Alejandro Acuña Almeida.) A continuación, el teniente coronel don Arturo Fernández Bertoni pronunció una emotiva alocución, haciendo resaltar las condiciones personales del Teniente Gallardo, como el tesón puesto en el visionario proyecto de construir la cancha de aterrizaje del actual aeropuerto. En una de las partes del aplaudido discurso dijo: “Un día ya lejano del mes de febrero de 1946 llegaba a prestar servicios a esta ciudad un joven oficial de Carabineros trayendo también como precioso bagaje su flamante brevet de piloto, su acendrado entusiasmo y un inquebrantable propósito de entregarse por entero al servicio de la comunidad”. Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 119 Más adelante agregó: “Las dotes de organización y el entusiasmo del teniente Gallardo fueron fundamentalmente básicos en la creación del Club Aéreo, constituyendo su obra más enaltecedora y a la cual entregó sus mayores esfuerzos y energías, la construcción de esta cancha de aterrizaje.

Domingo a domingo y día tras día, sacrificando sus sagradas horas de descanso, lo vieron dirigir y empuñar personalmente, con incansable fe, las herramientas de trabajo”. Para finalmente expresar: “Pero el destino, como oponiéndose a su voluntariosa trayectoria, le había deparado un trágico fin, y es así que el día 3 de abril de 1953 abatía definitivamente sus alas al estrellarse en la cuesta de Chacabuco el avión Aeronca que piloteaba, ofrendando de esta manera su vida junto a lo que por tanto luchó y tanto amó. Es por ello, teniente Gallardo, que analizada tu meritoria y fecunda labor, el directorio que en la actualidad rige los destinos del Club, en una actitud que lo ennoblece y como muestra evidente de la sensibilidad y espíritu de justicia que aflora desde lo más profundo de sus corazones, ha querido rendir el más justo homenaje a tu memoria dando tu nombre a este aeródromo que quedará perpetuado junto a tu figura en los bronces del eterno recuerdo como exteriorización de sincera gratitud y reconocimiento a tu laudable valiosa obra”. A continuación, el Gobernador, el Prefecto, el Jefe de la Brigada Aeropolicial y el presidente del Club Aéreo Natales descubrieron la placa recordatoria en memoria del Teniente Gallardo. En seguida el Crl. Fuentealba y el Cdte. Sanhueza depositaron una ofrenda floral en el monolito recién inaugurado, a nombre de Carabineros de Chile.

La ceremonia se vio realzada con la presencia de dos aviones Cessna del Club Aéreo de Punta Arenas y de un bimotor de la Brigada Aeropolicial, que en un raid extraordinario cubrieron varios miles de kilómetros. El Coronel Fuentealba junto al Cdte. Sanhueza depositan una ofrenda floral en el monolito recién inaugurado El tiempo, los intereses particulares y otros, parecen haber dejado de lado el aeródromo de Puerto Natales. Para 1979 el aeródromo mostraba un franco estado de abandono físico y administrativo, lo que también involucró al monolito recordatorio. Aunque Lan había cesado sus operaciones en Natales promediando la década del sesenta, mantuvo la radioestación en el aeródromo hasta su traslado al Frigorífico Bories en abril de 1975. La presencia y participación de la Línea Aérea Nacional en el desarrollo y funcionamiento del aeródromo, “terminó generando una confusión administrativa ya que en los registros de la Dirección de Aeronáutica figuraba como su propietaria y administradora, en tanto que la empresa entendía que Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 120 el aeródromo era municipal y que solo se había limitado a construir y mantener la casa de la radioestación que, en diciembre de ese año, fue entregada en comodato por diez años a la Municipalidad de Puerto Natales por Rosa Vera, agente local de la aerolínea, al alcalde subrogante Ángel Cabanas, sin que esta le diera algún uso”48.

El origen del problema se había producido aparentemente en el hecho que la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego había autorizado la existencia del aeródromo en sus tierras, pero nunca se realizó la transferencia al Fisco. “Se trataba en consecuencia, de un aeródromo privado de uso público lo que a nadie pareció importarle, en atención a que su mantenimiento siempre corrió por cuenta fiscal ya fuera por intermedio de Lan, la Dirección de Aeronáutica o la Dirección de Aeropuertos del MOP, una irregularidad que se repetía en otros aeródromos y que refleja de alguna manera, la falta de preocupación que las autoridades políticas y administrativas del país habían tenido por la infraestructura aeronáutica nacional”49.

Posteriormente, producto de la reforma agraria llevada a cabo en 1971, los terrenos pasaron a constituir la “Reserva CORA Nº 1 del Proyecto de parcelación Última Esperanza” pero la Corporación de la Reforma Agraria manifestó en noviembre de 1976 al jefe del aeropuerto Carlos Ibáñez, no tener interés en asumir la responsabilidad de su administración y cuidado y que tan pronto finalizara la asignación de tierras del proyecto, haría la transferencia del aeródromo a la Fuerza Aérea, lo que aún habría de tomar casi un decenio. Esta situación hizo crisis en diciembre de 1985, al expirar el permiso de funcionamiento otorgado por diez años, en el que todavía figuraba LAN como propietario y administrador, por lo que el jefe de la Regional Austral de Aeronáutica, Jorge Montero, pidió un pronunciamiento formal sobre la propiedad del terreno, ya que la pista lucía manchones de pasto y el terreno, sin cercos, estaba invadido por vacunos. Finalmente, el Servicio Agrícola y Ganadero, sucesor de la CORA, entregó el terreno al Ministerio de Bienes Nacionales en junio de 1986, justo a tiempo para habilitarlo en forma parcial y disponer de él, para superar la incomunicación y aislamiento que afectó a Puerto Natales por el corte de la carretera a Punta Arenas debido a las fuertes nevazones de ese invierno. Al año siguiente, el Ministerio de Bienes Nacionales emitió el Decreto Exento Nº 70 del 13 de agosto de 1987, que destinó definitivamente el aeródromo a la Dirección de Aeronáutica.

Una de las primeras medidas adoptada por el jefe de la Regional Austral tan pronto se hizo cargo del aeródromo, consistió en la emisión de la Resolución Exenta Nº 0816 del 5 de octubre de 1987, en que se oficializó el nombre de: “Teniente Julio Gallardo”, como justo homenaje a quien se debía su existencia, pero que por desconocimiento, omitió el adjetivo “de Carabineros” sin querer. 48 Fernández Donoso, Alberto. “La Aviación en Última Esperanza”. Pág.24 49 Idem. Revista Aerohistoria del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile - Febrero 2024 Pág. 121 En la actualidad, el aeródromo de Puerto Natales, luce nuevamente la placa recordatoria original que fuera inaugurada en 1971, pero su base original, destruida por el tiempo y abandono, dio paso a otra de características y dimensiones algo menores, la que por alguna razón reiteró, el error de omisión sufrido en la inscripción y posterior inauguración del nuevo monolito recordatorio, señalando sólo: “Teniente Julio Gallardo” sin hacer referencia a qué rama o institución habría pertenecido el antes referido Oficial.

Héctor Alarcón Carrasco Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile Fuentes consultadas: Alarcón Carrasco, Héctor. Julio Gallardo Donoso – Primer Piloto de Carabineros. Revista de Carabineros N°388, agosto de 1987 Acuña Almeida, Alejandro; Alarcón Carrasco, Héctor; Rodríguez Valencia, José; Traub Gainsborg, Norberto. Valor, resguardo y Servicio en los Cielos Nacionales “Presencia histórica de Carabineros de Chile en la aviación chilena”. Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile. 24 de abril de 2023.

https://docs.historiaaeronauticadechile.cl/

fichasyespeciales/especial_aviacion_carabineros.pdf

Fernández Donoso, Alberto. “La Aviación en Magallanes”.

DGAC/ Museo Nacional Aeronáutico. 1994 Fernández Donoso, Alberto. “La Aviación en Última Esperanza”. Archivos del Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile Archivos varios del Autor y otros créditos indicados

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